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18 de diciembre de 2012

7 Women (1966)

Reconocido como uno de los grandes maestros en la historia del cine, el director norteamericano John Ford dejó un legado artístico bastante rico a lo largo de su larga y prolífica carrera. Aunque conocido principalmente como director de Westerns (género al que contribuyó obras definitorias como "Stagecoach" o "My Darling Clementine"), la obra de John Ford muestra a un cineasta bastante versátil y capaz de abordar diversos tipos de historia. Lamentablemente, este otro lado de la obra de Ford ha quedado un poco opacado por el gran éxito de sus clásicos Westerns, pero es una interesante faceta que bien vale la pena revisar. El ejemplo perfecto de esto es el filme "7 Women", cinta que cierra la carrera de John Ford al ser el último largometraje de ficción que realizara (más no su último trabajo, pues realizaría el documental "Chesty: A Tribute to a Legend" en 1970). Al ser un filme centrado totalmente en un grupo de personajes femeninos, pareciera un filme inusual para el legendario director de Westerns, pero la verdad es que esta obra maestra es la perfecta despedida para un grande del cine.

Ubicada en la China de 1935, "7 Women" (ó "7 Mujeres") narra las tribulaciones que vive el personal de una misión religiosa en una región remota. Liderado por la Srita. Agatha Andrews (Margaret Leighton), el personal consiste de su asistente, la Srita. Argent (Mildred Dunnock), el profesor Charles Pether (Eddie Albert) y su esposa Florrie (Betty Field), y finalmente la joven Emma Clark (Sue Lyon). En la misión se espera con ansias la llegada de un nuevo doctor, pues la situación es complicada ya que hay rumores de que la peligrosa banda del bandido Tunga Khan (Mike Mazurki) ronda en la región. Sin embargo, para sorpresa de los habitantes de la misión, el nuevo doctor es una mujer, la Dra. Cartwright (Anne Bancroft), quien no tarda en chocar con la personalidad de la estricta Srita. Andrews dada su cínica actitud y su abierto desdén por la religión. A pesar de esto, Cartwright probará ser de gran ayuda, al tener que atender problemas como el avanzado embarazo de la Sra. Pether, y el azote de una plaga entre la población. Sin embargo, su reto más grande vendrá con la llegada de Tunga Khan a las puertas de la misión.

Escrita por Janet Green y John McCormick, "7 Women" es una adaptación de una historia corta titulada "Chinese Finale" escrita por Norah Lofts (que ya había sido llevada a la televisión como parte de la serie "Alcoa Theatre" en 1960). El drama principal de "7 Women" se centra principalmente en el conflicto entre la Srita. Andrews y la Dra. Cartwright, empleando el contraste entre ambas personalidades como base para hacer un estudio sobre la moralidad, la religión y la relación entre ambas. Mientras que para la Srita. Andrews la conducta de la Dra. Cartwright es a todas luces atea e inmoral, son a final de cuentas las acciones de la ruda recien llegada las que prueban ser más benéficas para la misión que la estricta disciplina de la Srita. Andrews. Como puede apreciarse, "7 Women" no es tanto una aventura épica, sino más bien un íntimo estudio de personajes donde se van diseccionando las personalidades de las mujeres del título, que enfrentadas a la adversidad, deben aprender a colaborar a pesar de sus diferencias personales.

En su última cinta como realizador, John Ford muestra su gran maestría detrás de la cámara al dar vida a la historia de Lofts con una apropiada y muy interesante sutileza. Como se mencionó anteriormente, a pesar de su exótica locación, "7 Women" es en realidad un intenso drama de corte más íntimo, por lo que el director John Ford adapta su particular estilo para realmente adentrarse en el microcosmos de la misión. Ford deja un poco de lado el preciosismo visual (aunque la fotografía de Joseph LaShelle es brillante) en favor de un mayor enfoque en sus personajes. Con una ágil narrativa visual, Ford retrata a los integrantes de la misión con gran detalle, cuidadosamente desarrollando sus diferentes personalidades para beneficio de la trama. A final de cuentas, el ataque de Tunga Khan es sólo un pretexto para llevar al límite las diferencias entre la Srita. Andrews y la Dr. Cartwright. Ciertamente, el conflicto principal de la historia era un tema de interés para Ford, quien ya desde su clásica "Stagecoach" (1939) había tratado el complejo tema de la hipocresía de la moralidad.

Naturalmente, siendo "7 Women" una cinta basada en las relaciones entre los personajes, las actuaciones cobran una mayor importancia en su éxito. Afortunadamente, las actuaciones en "7 Women" son de una calidad soberbia, empezando por una Anne Bancroft que completamente domina la pantalla en su papel de la Dra. D.R. Cartwright. Aunque Bancroft no era la primera opción para el papel, su trabajo es realmente sorprendente, logrando canalizar fielmente la compleja personalidad de Cartwright, endurecida por la frustración de verse discriminada por ser mujer. Su contraparte, Margaret Leighton, hace un fabuloso papel como la Srita. Andrews, la estricta y devota líder de la misión. Lo interesante respecto a Leighton es que logra evtar hacer de su personaje una caricatura, y captura con habilidad las sutilezas que involucra su personaje. La joven Sue Lyon hace un aceptable trabajo como Emma, quien se ve dividida entre su fidelidad a la Srita. Andrews y su admiración por la Dra. Cartwright. El resto del elenco es bastante bueno, aunque ciertamente, las joyas de la cinta son Bancroft y Leighton.

En primera instancia, podría parecer extraño que John Ford, quien prácticamente creara la iconografía del salvaje oeste en sus Westerns, se abocara a la realización de un filme protagonizado casi exclusivamente por mujeres. Sin embargo, "7 Women" es una cinta que en su temática se aproxima al cine de Ford más de lo que pudiera parecer a primera vista: como muchos clásicos de Ford, "7 Women" narra el conflicto de un grupo de diferentes personajes unidos por las circunstancias. Además, el personaje de la Dra. Cartwright tiene mucho en común con los vaqueros de Ford, al estar claramente fuera de los estándares de la "civilización". Cartwright es fuerte, independiente y dueña de sí misma, lo que representa una amenaza para la disciplina de Andrews (que por cierto, tiene mucho de represión sexual). El papel que juega la religión en la historia es muy interesante, pues Ford hace de "7 Women" una crítica a la hipocresía de una actitud santurrona basada más en juicios morales que en verdaderos actos de sacrificio.

Ciertamente, "7 Women" no es una película totalmente carente de defectos (el más obvio sin duda el hecho de que es más que notorio que está filmada enteramente en un set), más sin embargo, dichos defectos son totalmente opacados por sus virtudes. Debido a sus inusuales características, "7 Women" es usualmente olvidada al discutir la filmografía de John Ford pero, lo cierto es que en general esta cinta resume a la perfección la totalidad de la obra de este gran cineasta. Dotada de gran belleza visual, un inteligente guion y soberbias actuaciones, "7 Women" cierra con broche de oro la brillante carrera del legendario director John Ford. Si hay alguna duda, basta sólo ver la escena final, con la que Ford se despide del cine de una manera tan melancólica como bella.

10/10
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29 de noviembre de 2012

Supernatural (1933)

En el año de 1932, los hermanos Victor y Edward Halperin estrenaron su cinta de horror independiente, "White Zombie", que tenía en los papeles principales a Madge Bellamy y al legendario Bela Lugosi. Dirigida por Victor Halperin, "White Zombie" resultó en el primer gran éxito de los hermanos (a pesar de que habían comenzado su carrera en la era del cine mudo), lo que los llevó a recibir una oferta por parte de los estudios Paramount para realizar una película de horror. Ciertamente, esta era una oferta que no podían rechazar, pues trabajar para Paramount les brindaría un mayor presupuesto y una mejor distribución de su trabajo. Con esto en mente, los Halperin reunieron al equipo de "White Zombie" para realizar la cinta que llevaría por nombre "Supernatural", una historia de fantasmas que además tendría como valor agregado la participación de quien llegaría a ser una de las más grandes de su época: Carole Lombard. Desafortunadamente, la película no resultó el éxito económico que Paramount esperaba, terminando así la carrera de los Halperin en los grandes estudios, lo que es un poco injusto dado que no es realmente mala.

"Supernatural" (literalmente "Sobrenatural") comienza con la aprehensión de Ruth Rogen (Vivienne Osborne), una despiadada asesina serial quien es condenada a muerte. Rogen es convencida para donar su cuerpo a la ciencia por el Dr. Carl Houston (H.B. Warner), quien tiene la teoría de que una influencia sobrenatural ocurre tras la ejecución de un asesino. Mientras tanto, la rica heredera Roma Courtenay (Carole Lombard) se encuentra destrozada por la muerte de su hermano gemelo, situación que rápidamente aprovecha el falso medium Paul Bavian (Alan Dinehart). Invitando a Courtenay a su establecimiento, Bavian emplea sus habilidades teatrales para convencer a Roma de que Bavian realmente ha contactado a su fallecido hermano. El prometido de Roma, Grant Wilson (Randolph Scott) está decidido a probar que Bavian es un fraude, por lo que pide apoyo a su amigo el Dr. Houston. Sin embargo, el extraño experimento que Houston realiza con el cadáver de Rogen toma un giro inespérado cuando Roma es poseída por el espíritu de Rogen, quien tiene una cuenta pendiente con Paul Bavian.

Basado en una historia escrita por Garnett Weston (quien también escribió "White Zombie"), el guion de "Supernatural" fue escrito por el mismo Weston en colaboración con los guionistas Harvey F. Thew y Brian Marlow. Aunque ciertamente la construcción de la historia es problemática, hay múltiples elementos interesantes en el guion de "Supernatural", el primero de los cuales es el hecho de presentar a una fría asesina en serie como punto de partida de la trama. Otro punto interesante es el contraste que se hace entre los personajes del medium Paul Bavian y el Dr. Houston: ambos hablan de entablar un contacto con el más allá, pero sólamente el científico Dr. Houston lo logra, mientras que Bavian es solamente un charlatán. Algo interesante de "Supernatural" es el que los escritores dedican tiempo al desarrollo de los personajes, que a pesar de comenzar como estereotipos, van obteniendo una identidad definida a medida que la historia se desenvuelve. Sin embargo, cabe destacar que esto también vuelve a la cinta un poco lenta en principio, y la segunda mitad de la trama se resuelve de una manera muy apresurada.

Como en su anterior cinta, "White Zombie", el director Victor Halperin nuevamente emplea la atmósfera como elemento principal en "Supernatural", dando gran uso al trabajo de su usual colaborador, el cinefotógrafo Arthur Martinelli. Sin embargo, a diferencia del estático estilo de cine mudo empleado en "White Zombie", en "Supernatural" Halperin emplea un estilo narrativo mucho más dinámico, recorriendo sus espacios con gran detalle, llegando a volverlos parte integral de los personajes que los habitan (tan distinto son el humilde departamento de Bavian, el laboratorio de Houston y la lujosa casa de Roma). A pesar del ambiente urbano en que se desarrolla la historia, Martinelli y Halperin logran darle al filme un estilo visual espeluznante, empleando hábilmente la iluminación y sus escenarios para generar una ominosa atmósfera sobrenatural. Sin embargo, a pesar de que visualmente Halperin logra una cinta impactante, no todo resulta bien "Supernatural", principalmente debido a los problemas inherentes a un guion que se siente un poco incompleto, y a un elenco un poco irregular.

En "Supernatural" se presenta el inusual casting de Carole Lombard en un papel de horror. Aunque en 1933 aún no era la gran estrella en que se convertiría, su carrera ya iba en ascenso gracias a las comedias en las que participó al inicio de la era del sonido, por lo que Lombard no se consideraba apropiada para el horror. Sin embargo, Lombard fue asignada a "Supernatural" a pesar de sus protestas y las de los Halperin (que preferían a Madge Bellamy), por lo que es probable que su interpretación sufriera por estas fricciones. Aunque no realiza un mal trabajo, Lombard no se siente con la seguridad y la brillantez que presenta en sus comedias, y su actuación es opacada por el soberbio trabajo realizado por Vivienne Osborne, quien interpreta a la sádica Ruth Rogen. Con una gran habilidad para moverse de la sutileza a la intensidad, Osborne realiza la mejor actuación en el filme a pesar de aparecer muy poco en el mismo. H.B. Warren hace también un buen trabajo en el personaje del Dr. Carl Houston, sacando provecho a un papel que aunque pequeño, le da buenas oportunidades de brillar.

Como el prometido de Roma, el joven Randolph Scott luce acartonado y rígido en su papel, careciendo la fuerza para hacer buena contraparte a Lombard. Sin embargo, es Alan Dinehart quien hace el peor trabajo en el filme, realizando un villano carente de personalidad propia. Ciertamente, el personaje es interesante, pero Dinehart no logra hacerlo memorable (interesante sería alguien como Lugosi quizás). A pesar de estos problemas con el elenco, lo que realmente afecta a "Supernatural" es el tener un guion que se siente incompleto en su parte final. Aunque Halperin logra ir construyendo un grupo interesante de personajes y una premisa realmente interesante (que sería explotada en múltiples cintas durante la década siguiente), durante la segunda mitad del filme pareciera como si se le hubieran cortado partes a la historia de lo apresurado que se desarrolla el desenlace. Aunado a esto, hay ciertos detalles en la trama que quedan sin explicarse del todo bien, denotando un guion al que se le debió haber dedicado más tiempo (bajo la presión de Paramount, probablemente la falta de tiempo es la explicación más razonable).

A pesar de sus múltiples problemas, "Supernatural" es una cinta de horror bastante interesante y entretenida. Los hermanos Halperin se han hecho de una reputación como "one hit wonders" dado el abismo de diferencia que hay entre la maestría mostrada en "White Zombie" y la pobre realización de "Revolt of the Zombies" (1936) y sus trabajos subsecuentes. Y aunque quizás "Supernatural" no esté a la altura de su legendario clásico de zombies, sí es prueba real de que el talento de Victor Halperin no se limitó a una sóla ocasión. Tristemente, tras el fracaso comercial de "Supernatural" y una demanda por la compañía que financió "White Zombie", los Halperin vieron dañados su reputación y sus recursos al grado que sus trabajos subsecuentes mostraban incluso ya una falta de interés total. De cualquier forma, "Supernatural" permanece como un interesante proyecto que permite ver una faceta diferente de la legendaria Carole Lombard.

7/10
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22 de noviembre de 2012

Leptirica (1973)

De acuerdo a una leyenda serbia, en la aldea de Zarožje, vivió un hombre llamado Sava Savanović, que trabajaba el molino en el cercano río Rogačica. A pesar de ser ya un hombre mayor, Sava Savanović se casó con una bella joven de la que se había enamorado. Sin embargo, la joven estaba enamorada del hermano de Sava, con quien mantenía una relación. En un acto de furia, Sava Savanović mató a los dos amantes en el molino. Cuando los habitantes de la aldea se enteraron del crimen, buscaron y dieron muerte a Sava Savanović, para después enterrarlo en el bosque. Pronto se comenzaron a oír rumores de que Sava Savanović era ahora un vampiro que acechaba cerca del molino. Con esta leyenda, Sava Savanović se volvería uno de los primeros vampiros del folklore serbio, y su popularidad sería tal que el escritor Milovan Glišic realizaría una novela basada en la historia ("Posle devedeset godina" ó "Tras noventa años" en 1880). La trama de esta novela sería tomada como base para una película para la televisión realizada en 1977 por el director Djordje Kadijevic con el nombre de "Leptirica" ("Лептирица").

"Leptirica" (literalmente "Polilla" ó "Mujer mariposa", que es el título que emplea el filme), comienza con la misteriosa muerte del nuevo molinero, Vule (Toma Kuruzovic). Al pasar la noche en el molino, Vule es asesinado por una extraña creatura de piel oscura y largos colmillos. Al día siguiente, los aldeanos se encuentran consternados ya que Vule es el cuarto molinero que pierde la vida al pasar la noche en el viejo molino. Mientras tanto, el humilde Strahinja (Petar Božovic) se encuentra perdidamente enamorado de la bella Radojka (Mirjana Nikolic), hija del rico terrateniente Živan (Slobodan Perovic). Strahinja pide a Živan la mano de su hija, pero éste se rehúsa a que su hija se case con alguien tan pobre como Strahinja. Decepcionado, Strahinja decide irse del pueblo, sin embargo, es convencido por los aldeanos de que tome el trabajo de molinero. Strahinja pasa la noche en el molino, donde logra sobrevivir un encuentro con el monstruo. Tras este suceso, Strahinja y los aldeanos deciden investigar más sobre la naturaleza de la creatura, lo que los lleva a la leyenda de Sava Savanović.

Adaptada por el director Djordje Kadijevic, "Leptirica" se desarrolla precisamente como lo que le da origen: un cuento folklórico. Es decir, al llevar "Leptirica" a la pantalla, Kadijevic opta por un enfoque simple y sencillo, evitando las complicaciones que pudiera llegar a tener la trama y enfocándose principalmente en realzar los aspectos legendarios, o mejor dicho, míticos que tiene la historia. Así, los personajes son más bien un grupo de arquetipos clásicos de cuentos de hadas, en una historia que trasciende su origen folklórico serbio y se vuelve universal: "Leptirica" es esencialmente la historia de un joven humilde que debe probar su valía ante la sociedad y ante sí mismo. El mito del vampiro en "Leptirica" toma un matiz de fuerza natural, con Sava Savanovic fungiendo como un demonio del bosque, al acecho de los habitantes civilizados. Hay también un sutil subtexto del vampirismo como despertar sexual heredado de la novela de Glišic. Con un cierto toque de comedia, Kadijevic mantiene la trama entre el horror y la fantasía, empleando un tono ligero que evoca el origen rural de la historia de Sava Savanović.

El director Djordje Kadijevic realiza un trabajo sencillo, pero efectivo en "Leptirica", capturando la atmósfera mítica en la que se desarrolla la historia con una gran habilidad. De hecho, esta atmósfera es el elemento más importante de "Leptirica", pues Kadijevic logra darle a su película la sensación de no estar ubicada en un periodo definido, sino en una tierra fantástica donde el mito se mezcla con la realidad. Esto es particularmente notorio en las escenas de horror, que tienen una especie de belleza surreal en su hechura gracias al buen uso dado a la fotografía de Branko Ivatovic. Sin embargo, Djordje Kadijevic no es tan afortunado en las escenas cómicas de su película, que se sienten un tanto forzadas y artificiales, en contraste con las mencionadas escenas de horror. Ciertamente, Kadijevic es un devoto del género (de hecho, su película "Darovi moje rodjake Marije" de 1969 fue la primer cinta de producción 100% yugoslava que tuviera tintes de horror), y se nota el cuidado que le brindó a la elaboración de esas escenas. Sin embargo, hubiera sido deseable que el mismo cuidado hubiera en toda la cinta.

Las actuaciones en "Leptirica" son un tanto regulares, ya que aunque hay un par que son de gran calidad, algunas otros no son muy buenas. Del primer grupo vale la pena destacar a Petar Bozovic, quien interpreta a Strahinja, el arquetípico héroe rural de la historia. Humilde pero noble de corazón, Strahinja preferiría irse de la aldea antes de ver a su amada casarse con otro. Aunque luce un poco mayor para el personaje, el actor Petar Bozovic realiza un buen trabajo y logra capturar con facilidad la inguidad y nobleza de su personaje. Sin embargo, es Slobodan Perovic quien brilla en "Leptirica" como el hosco terrateniente Živan. Perovic realiza un trabajo excelente, al grado que hubiera sido deseable ver más de su personaje. La joven Mirjana Nikolic también realiza un trabajo aceptable como Radojka, la bella hija de Živan. El giro que tiene su personaje a medida que la historia se desarrolla la vuelven una figura icónica del horror serbio. El resto del elenco no está a la altura de los ya mencionados, y quizás esto sea uno de los puntos más débiles de "Leptirica".

Realizada como parte de una serie de películas para la televisión yugoslava con temática de horror (las otras son "Devicanska svirka", "Sticenik" y "Zakletva", todas de Djordje Kadijevic), "Leptirica" sufre de las limitaciones técnicas y presupuestarias de ser un producto hecho para la televisión. Sin embargo, los problemas de "Leptirica" no están realmente relacionados con sus escasos valores de producción (que el director Kadijevic logra sortear con habilidad), sino más bien con su guion, que pareciera estar dividido entre querer ser una cinta de horror gótica y una comedia rural ligera a la vez. Kadijevic no logra balancear bien ambos géneros, resultando en atmosféricas escenas de horror muy bien realizadas y escenas de comedia que lucen baratas y apresuradas. El contraste entre ambas es muy grande, y en realidad se nota que el interés de Kadijevic se encontraba en los momentos puramente de horror de su cinta. A pesar de este problema, "Leptirica" no deja de ser una interesante historia de vampiros que, aderezada por el folklore serbio, le da un toque diferente.

Considerada como clásica dentro del horror serbio, la obra de Djordje Kadijevic es una interesante visión del género enraizado en el folklore de su país. De entre sus trabajos, "Leptirica" es quizás la más conocida, obra que captura la esencia y simbolismo de los cuentos folklóricos serbios y los transporta a la pantalla. Poseedora de una atmósfera surreal y un interesante diseño visual, "Leptirica" presenta un interesante giro al mito del vampiro, retratado en la cinta como una fuerza natural que remite a los ancestrales temores a lo desconocido y lo salvaje: el bosque, la oscuridad, la noche. Más simbólica que explicativa, la cinta es una fiel representación de una lucha mítica en celuloide. Aunque está lejos de ser una obra maestra, "Leptirica" tiene sin duda una especie de encanto que sólo podría definirse como "magia".

7/10
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13 de noviembre de 2012

The Ape Man (1943)

Verdadero ícono del género del horror, el actor húngaro Bela Lugosi se volvió inmortal al interpretar al legendario conde Drácula en la versión cinematográfica dirigida por Tod Browning para Universal Studios en 1931. Sin embargo, tras el papel que lo llevaría a la cumbre, Lugosi se enfrentaría al problema de ser encasillado como villano de horror en gran parte por su acento extranjero. Aunque en un principio Lugosi disfrutó de trabajo constante en Universal, al abandonar el estudio su producción de cine de horror, Lugosi se vió obligado a trabajar en filmes de menor presupuesto, en el mundo de las películas de serie B. Trabajando para la Monogram Pictures de Sam Katzman durante los años 40s, Lugosi realizaría diversas cintas de una calidad más bien regular, reflejando el olvido en el que iba quedando su carrera. "The Ape Man", dirigida por William Beaudine y estrenada en 1943, es un ejemplo claro de ello, pues presenta a Lugosi debajo de un muy mal maquillaje de hombre mono. Aunque cabe destacar que a pesar de eso, el actor húngaro realiza un trabajo muy profesional.

"The Ape Man" (literalmente "El Hombre Mono", aunque conocida también como "El Hombre Bestia") comienza con la llegada de Agatha Brewster (Minerva Urecal) a la ciudad, tras recibir la noticia de la desaparición de su hermano, el famoso Doctor James Brewster (Bela Lugosi). El reportero Jeff Carter (Wallace Ford) trata de entrevistarla pero por las prisas de Agatha, todo sale mal e incluso la fotografía es un desastre. Sin embargo, Agatha Brewster tiene prisa por un motivo: el Dr. Randall (Henry Hall), colega de su hermano, le informa que James no ha desaparecido, sino que tras un trágico accidente de laboratorio, ha sido convertido en un hombre mono. Mientras tanto, Jeff Carter recibe la orden de realizar una mejor entrevista y muy a su pesar, se le asigna una nueva fotógrafa, Billie Mason (Louise Currie). El dúo intentará descubrir que aflige tanto a la Sra. Brewster, pero lo que encontrarán será al trastornado Brewster, desesperado por encontrar una cura para su condición, la cual cree encontrar en el fluido de médula espinal humana, y para ello necesitara voluntarios.

El guion de "The Ape Man" fue escrito por Barney A. Sarecky basandose en una historia de Karl Brown, quien fuera un famoso cinefotógrafo del cine mudo que posteriormente se volvería guionista en los años 30s, escribiendo entre otras, los thrillers "The Man they Could Not Hang" y "Before I Hang". Como en las cintas mencionadas (ambas por cierto, protagonizadas por Boris Karloff), el personaje principal es un científico que ha experimentado consigo mismo con terribles consecuencias. Víctima de su experimento, el Dr. James Brewster se ha vuelto un violento sociópata decidido únicamente interesado en su recuperación. Ciertamente, esto vuelve al Dr. Brewster un personaje bastante interesante, pero el guion de Sarecky opta por dejarlo de lado en favor de Carter y Mason, los clásicos reporteros ingeniosos del horror de los 30s y 40s. Pareciera que al tomar esta ruta "The Ape Man" se volviera una cinta típica, pero en realidad el guion de Sarecky genera una dinámica intereante entre los reporteros, con una Mason deseosa de ser tomada en cuenta y un Carter no muy convencido de tener a una mujer en su equipo.

La dirección corre a cargo del director veterano de la serie B, William Beaudine, quien ya para entonces tenía la reputación de ser un artesano eficiente y práctico. Sin embargo, este énfasis en la practicidad resultaba a menudo en un sacrificio de calidad en general, sin mencionar el de otros valores artísticos. Y desafortunadamente, "The Ape Man" es un ejemplo de esto, pues a pesar de que el guion no es del todo malo, Beaudine se limita simplemente a realizar su filme sin cuidarse mucho por generar una atmósfera o una emoción en particular. El estilo de Beaudine es bastante tradicionalista, y aunque probablemente fuera un estilo funcional en dramas menos fantásticos (de hecho, los momentos de comedia "screwball" entre los reporteros funcionan muy bien), "The Ape Man" se podría haber beneficiado de una dirección más creativa, más decidida a tomar riesgos. El resultado es que "The Ape Man" es finalmente mucho menos interesante de lo que podría haber sido, con un ritmo bastante lento sólo aligerado por las buenas actuaciones con las que cuenta.

Y es que algo de lo que puede presumir "The Ape Man" es que en general cuenta con actuaciones bastante buenas en comparación con otras cintas de serie B de su época. Comenzando con Bela Lugosi, quien a pesar del mal trabajo de maquillaje con el que debe lidiar, hace un trabajo bastante digno y profesional como el Dr. Brewster, convertido en un ser mitad hombre mitad mono. Hay un cierto cuidado en la forma en que Lugosi crea a su personaje, pues más que hacer meramente una caricatura de un simio, hace una interpretación contenida e incluso sutil. Wallace Ford, famoso por su participación en "Freaks" de Tod Browning, brilla con su singular carisma y talento para la comedia en su papel del ingenioso reportero Jeff Carter. Sin embargo, su personaje no sería mucho sin su contraparte, Billie Mason, interpretada con gran talento por Louise Currie, la verdadera sorpresa del filme. La veterana actriz Minerva Urecal no es tan afortunada, y su interpretación como Agatha, la hermana del desafortunado Dr. Brewster es más bien un tanto exagerada y sobreactuada.

El caso de "The Ape Man" es definitivamente uno de potencial desperdiciado, pues de entre las muchas cintas sobre simios asesinos (de gran popularidad en los años 30s y 40s), es ciertamente una de las mejor escritas. El guionista Barney A. Sarecky balancea muy bien la comedia y el horror, e incluso hay situaciones bastante ingeniosas y momentos muy interesantes a lo largo del guion. Sin embargo, la dirección de William Beaudine vuelve rutinaria una historia que podría haber resultado en una cinta sobresaliente. Como se mencionó anteriormente, la narrativa simple de Beaudine llega a funcionar en los momentos cómicos (que además se benefician de la buena química entre Ford y Currie), pero no en los momentos de horror, que se llegan a ver incluso teatrales en su ejecución. Aunado a esto, los pobres efectos especiales realmente afectan al filme, particularmente el maquillaje de Lugosi y el de Emil Van Horn (quien interpreta a un simio) son bastante pobres (aunque con una fotografía más cuidada, bien podrían haber funcionado, como ocurre en "Murders in the Rue Morgue" de 1932).

Sin duda el estilo de trabajar de William Beaudine era uno muy funcional para estudios necesitados de material para exhibir en poco tiempo (de hecho, precisamente por esa razón luego trabajaría en televisión), sin embargo, cintas como "The Ape Man" sin duda merecían un poco más de cuidado en su hechura. Hay muchos elementos muy buenos en "The Ape Man" (el elenco principalmente), pero se ven un tanto opacados por la poco inspirada dirección de Beaudine, que traduce sin mucha emoción lo que está en el guion a la pantalla. Finalmente, una cinta que podría haber sido muy entretenida, termina por parecer un poco sosa, lenta e incluso aburrida. No es una película mala per se, pero sí una muy mediocre, y deja la sensación de que la historia merecía algo mejor. Las actuaciones de Currie, Ford y Lugosi merecían algo mejor.

5/10
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11 de noviembre de 2012

Black Friday (1940)

La figura del gánster en la ficción siempre ha sido una muy popular y fascinante fuente de inspiración desde que la novela policiaca de finales de los años 20s lo volvió el modelo de antihéroe de los tiempos modernos. A través de la década de los años 30s, los filmes de gánsters y los melodramas sobre el crimen se volverían muy populares con el público, culminando en el desarrollo del film noir, el altamente estilizado estilo de cine del crimen que se volvería la norma durante los 40s y los 50s. Considerando la popularidad de los gánsters en el cine, no es una sorpresa que pronto fueran usados en diferentes tipos de historias, y el género de horror no fue la excepción. De entre los filmes que exitosamente lograron mezclar el horror con el melodrama del crimen, la cinta de 1940, "Black Friday" (literalmente "Viernes Negro", pero conocida también como "Viernes 13") fue definitivamente una de las mejores. Sin embargo, es una cinta que es a menudo olvidada a pesar de haber tenido en su elenco a las dos figuras más importantes del género de horror americano: Boris Karloff y Bela Lugosi.

"Black Friday" comienza precisamente en un viernes 13, con el profesor George Kingsley (Stanley Ridges) dando su última clase de literatura inglesa en la universidad de su ciudad, dado que le han ofrecido una mejor posición en otra escuela. Sin embargo, camino a tomar el tren que lo llevará a su futuro, Kingsley es atropellado por un automóvil, dejando su vida en un serio peligro de muerte. En un último y desesperado intento por salvar la vida de Kingsley, su buen amigo el Dr. Ernest Sovac (Boris Karloff) realiza una operación ilegal: Sovac decide implantar partes del cerebro de otra persona en el del profesor. Afortunadamente, el extraordinario experimento tiene éxito, y el profesor Kingsley comienza a recuperarse rápidamente. Sin embargo, algo ha cambiado en su benévola y amable naturaleza, y pronto Sovac descubre que la personalidad del donador comienza a tomar el control del cuerpo de su mejor amigo. El problema es que dicho donador involuntario fue el famoso gánster Red Cannon, decidido a tomar venganza ahora que vive de nuevo.

Con un guion escrito por Eric Taylor y el legendario Curt Siodmak, "Black Friday" es esencialmente una reinterpretación moderna de la clásica novela de horror "The Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde" de R.L. Stevenson, con el gánster Red Cannon como el Mr Hyde del profesor Kinglsey. Como en la historia de Stevenson, "Black Friday" se vuelve un interesante estudio sobre la moral humana; con la diferencia de que el drama del filme no está en que la división de personalidades del profesor represente los dos extremos de la naturaleza humana, sino más bien en que el personaje de Karloff, el Dr. Sovac, se encuentra dividido entre su noble deseo de ayudar a su amigo y su muy humana ambición por probar que sus teorías sobre el cerebro humano son correctas. Aunado a esto, la subtrama de Red Cannon recuperando su imperio (con la participación de Bela Lugosi) es fiel al tono del melodrama del crimen. Aunque quizás no en el nivel de posteriores trabajos de Siodmak (su inmortal "The Wolf Man" por ejemplo), él y Taylor hacen un buen trabajo en crear una historia interesante con unos personajes muy bien desarrollados.

Director veterano de varios melodramas del crimen, Arthur Lubin hace un trabajo efectivo al timón de "Black Friday", logrando darle al filme la exacta atmósfera que hizo de los filmes de gánsters tan populares en aquellos años. El gran trabajo de cinefotografía realizado por su usual colaborador Elwood Bredell juega un papel importante en esto, y en muchas formas se podría decir que "Black Friday" es un precursor directo de estilo de iluminación tan característico del film noir. A pesar de su bajo presupuesto, "Black Friday" tiene ese look tan elegante y pulido que los filmes de Universal tenían a finales de los 30s, aunque por supuesto, sin la estilización a la que llegaron sus filmes de horror gótico. Esto pues Lubin opta por disminuir un poco los toques de horror y ciencia ficción en favor de los de cine de gánsters, y por ende se enfoca mucho más en sus personajes que en el shock visual. Algo notable del cine de Lubin es la dirección de sus actores, y en el caso de "Black Friday" esto ya comienza a ser notorio, al lograr obtener muy buenas actuaciones, especialmente de Stanley Ridges.

Ciertamente al actuar junto a legendarios íconos como Boris Karloff y Bela Lugosi es bastante difícil evitar ser opacado, sin embargo, el actor Stanley Ridges no sólo logra evitarlo, sino que incluso realiza la mejor actuación en "Black Friday". En su rol dual, Kingsley es simplemente sorprendente, moviéndose de la personalidad afable y tranquila del profesor Kingsley al violento sociópata Cannon con una gran naturalidad, haciendo parecer que ambos personajes son interpretados por diferentes actores. Aun y que Ridges se roba el filme con su gran actuación, el gran Karloff se mantiene en gran forma como el Dr. Sovac, que viene siendo una ligeramente más compleja variación de su para ese entonces famoso rol de científico loco (que puede verse en "The Man They Could Not Hang" y "The Man Who Changed His Mind" entre otras). Bela Lugosi también realiza un gran trabajo como el rival de Cannon, Eric Marnay, aunque tristemente su rol es extremadamente pequeño a pesar de estar arriba en los créditos. Finalmente, Anne Nagel es bastante efectiva como Sunny Rogers, la clásica femme fatale de la cinta.

Con excelentes interpretaciones por parte del elenco, a la par de un sólido trabajo de dirección de Arthur Lubin, "Black Friday" es una muy buena película para su tiempo y un gran ejemplo del tipo de cine de horror que dominaría la década. Sin embargo, hay que admitir que la cinta no es exactamente una obra de arte, pues algunos problemas importantes evitan que logre alcanzar su verdadero potencial. El problema principal es que la historia no logra explorar mucho el mundo de Red Cannon, pues la rivalidad entre Cannon y Marnay podría haber dado pie a situaciones más interesantes. Otro detalle es el casting de Karloff y Lugosi, quienes parecieran estar interpretando el rol equivocado. Esto no se refiere a que estén mal, pues ambos hacer un gran trabajo con sus personajes (Lugosi en particular tiene un par de escenas excelentes), sino que no es difícil imaginar que Lugosi está interpretando el personaje que debió tener Karloff y viceversa (aparentemente, Karloff iba a interpretar el rol de Ridges). Finalmente, la decisión de Lubin de minimizar la ciencia ficción de la cinta no parece del todo acertada, pues deja la sensación de que algo quedó incompleto.

en muchas maneras, se podría decir que "Black Friday" representa una especie de final para toda una era del género del horror, y el comienzo de una nueva. Karloff y Lugosi, íconos legendarios, iniciadores de la Era de Oro del horror gótico de los 30s, aparecen en una cinta que anticipa ya el atmosférico horror influenciado por el film noir que dominará la década de los 40s (el cine del productor Val Lewton por ejemplo). Aunque diferente al resto del cine de horror de Universal, "Black Friday" es una excelente cinta que mezcla muy bien los géneros de la ciencia ficción, el horror y el crimen, y que además brinda la oportunidad de apreciar a Stanley Ridges opacando a dos íconos en uno de los mejores trabajos en su carrera.

7/10
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Man with Two Lives (1942)

En toda la historia del cine mundial, pocos sucesos han tenido el impacto que tuvo la llegada del sonido. Como factor que redefinió el arte cinematográfico para siempre, significó también un cambio forzado en las carreras de múltiples artistas. Naturalmente, esto queda más que patente en el caso de los actores, forzados a adaptarse a un medio cambiante; sin embargo, también representó un reto para los cineastas, que veían sacudirse los cimientos de un arte que habían llegado a dominar. Mientras que algunos, como Fritz Lang lograron una transición notable del cine mudo al sonoro, muchos otros no fueron tan afortunados y vieron sus carreras terminadas. El caso del director Phil Rosen podría considerarse como un punto intermedio, pues aunque pudo seguir trabajando, Rosen pasó de haber sido un director de cierta fama a un eficiente artesano realizando cintas de género en el mundo cine de serie B. La película "Man with Two Lives", película de horror estrenada en 1942, es un ejemplo típico del cine que Rosen realizaría en su etapa sonora.

"Man with Two Lives" (literalmente "El hombre con dos vidas"), comienza en el laboratorio del Dr. Richard Clark (Edward Keane), quien junto a su asistente Reginald Bennett (Tom Seidel), han dedicado su trabajo a encontrar una forma de resucitar a los muertos. Finalmente, todo parece indicar que el Dr. Clark ha logrado su objetivo, aunque no le es posible probarlo en un ser humano. La oportunidad de hacer la prueba le llegará pronto de una forma trágica, cuando el hermano de Reginal, Philip Bennett (Edward Norris) pierda la vida en un accidente automovilístico. Desesperado, el padre de Philip, Hobart Bennett (Frederick Burton), le pide al Dr. Clark que ponga a prueba sus teorías y resucite a su hijo, quien tenía un futuro promisorio y estaba a días de casarse con la bella Helen Lengel (Marlo Dwyer). El Dr. Clark acepta, aunque no sin cierto recelo. El experimento es un éxito, y el joven Philip Bennett revive. Sin embargo, algo no está bien con Philip, quien no recuerda a nadie, y por el contrario, tiene mucho conocimiento de la vida de Wolf Panino, criminal que fue ejectuado en el momento en que Philip fue resucitado.

Escrita por el veterano Joseph Hoffman (quien tendría una prolífica carrera en el cine de serie B), "Man with Two Lives" es una interpretación más del tema del cambio de personalidades, poniendo en este caso al alma de un gánster en el cuerpo del amable y responsable Philip Bennett. Así, la historia de Hoffman se mueve entre la ciencia ficción y el cine del crímen, pues el recién resucitado Panino utiliza el cuerpo de Bennett para recuperar su imperio criminal. Como puede adivinarse, gran parte del drama de "Man with Two Lives" proviene del hecho de que Philip es un miembro destacado de la alta sociedad, por lo que sus familiares y amigos se ven alarmados al ir descubriendo los lugares que Bennett frecuenta tras su resurrección (sin mencionar sus actividades). El guion de Hoffman es un tanto predecible (sin mencionar que toma demasiado prestado de "Black Friday" de Arthur Lubin, estrenada dos años atrás), aunque incluye un par de momentos interesantes donde se despliega la despiadada personalidad de Panino. Lamentablemente, Hoffman no explora más ese aspecto y llega a traicionarse con un final bastante barato.

El director Phil Rosen da vida al guion de Hoffman de una manera bastante sencilla y tradicional. De hecho, esta sencillez en su narrativa visual, aunque ciertamente debe haber sido muy efectiva para trabajar con poco tiempo y aún menor presupuesto, resulta en una película que se siente mucho más antigua de lo que es. Con un estilo estático que opta por la practicidad en vez de alguna visión artística, Rosen realiza un filme poco inspirado que en nada aprovecha las locaciones y utilerías con las que cuenta (que incluye material de laboratorio de cintas de horror previas). A pesar de los toques de horror y ciencia ficción que tiene la historia, Rosen construye su cinta sin poner mucha atención en estos aspectos, dejando a "Man with Two Lives" principalmente como un filme de gánsters y enfocándose más en los contrastes entre las dos vidas que tiene el personaje: la lujosa existencia del adinerado Bennett y la sórdida vida del criminal Panino. Aun y cuando el mismo Rosen tenía experiencia como cinefotógrafo, el uso que da al trabajo de Harry Neumann es bastante simple.

Las actuaciones en "Man with Two Lives" no son realmente muy malas, por lo que es un poco triste que el elenco no haya tenido mejor material con que trabajar. Edward Norris interpreta al afable Philip Bennett, quien tras su desafortunado accidente obtiene la personalidad del violento Panino. Como Bennett, Norris es un poco acartonado, incluso al punto de lucir un tanto teatral en su actuación, pero una vez que la personalidad de Panino domina al personaje, Norris realiza un trabajo bastante bueno (ciertamente Norris se nota más cómodo interpretando al gánster que al galán). Marlo Dwyer, como la socialité Helen Lengel no esta mal en su papel, aunque es opacada en gran medida por Eleanor Lawson, quien interpreta a la novia de Panino, confundida al ver en Bennett los rasgos de su fallecido amante. Como el Dr. Richard Clark, Edward Keane hace un trabajo que remite al estilo de Lionel Atwill, aunque sin el mismo talento. El joven Tom Seidel hace un trabajo bastante aceptable como el joven Reginald Bennett, incluso en ocasiones opacando a Norris.

Como se mencionó anteriormente, "Man with Two Lives" es una cinta un poco predecible y un tanto carente de originalidad. El hecho de que su trama sea tan similar a "Black Friday" no le ayuda mucho (especialmente cuando en dicha cinta se cuenta con la participación de los dos grandes íconos del horror: Bela Lugosi y Boris Karloff), y desafortunadamente "Man with Two Lives" hace muy poco para alejarse de la comparación. Sin duda, con un guion mejor desarrollado, la cinta podría haber explorado terrenos más interesantes. Desafortunadamente, pareciera que Hoffman hubiera tratado conscientemente de evitar arriesgarse, por ejemplo, tras finalmente llevar la historia a un clímax con una cierta fuerza, el guion de Hoffman opta por una salida que se siente gratuita y barata. La poco inspirada dirección de Phil Rosen es otro gran punto negativo en el filme, pues aunque las actuaciones no son del todo malas, Rosen hace poco por establecer una atmósfera o un tono para su cinta, y deja "Man with Two Lives" como un filme típico de gánsters de los años 1940s.

Monogram Pictures fue un estudio fundamental en su tiempo, al servir como productora y distribuidora de los trabajos de muchos cineastas que se vieron obligados a trabajar en el mundo de la serie B. Aunque hay muchas cintas de Monogram de gran calidad, desafortunadamente "Man with Two Lives" de Phil Rosen no es una de ellas. Híbrido de horror y cine de gánsters, "Man with Two Lives" deja de lado su herencia de cine de género y se concentra más en ser un típico melodrama sobre el crimen. A pesar de su falta de originalidad, hay elementos de la cinta que hubieran podido rescatarla de la mediocridad, sacando a flote su claro origen similar historia de novela pulp. Desafortunadamente, dichos elementos no son explotados al máximo y a pesar de contar con buenos detalles, la película queda tristemente como una muy olvidable historia.

4/10
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8 de noviembre de 2012

The Dead Outside (2008)

Desde que en 1968 se estrenara la clásica película "Night of the Living Dead" de George A. Romero, las películas de zombies se volvieron rápidamente un subgénero bastante popular dentro del horror; ya que el tipo de escenario que presentaba la cinta de Romero (cuyo antecesor directo fue la novela de Richard Matheson, "I Am Legend") se prestaba para explorar un sinfín de posibilidades narrativas. Desde la violencia gore de "Zombi 2" (1979) a la comedia de "Shaun of the Dead" (2004), pasando por meditaciones de corte más existencial como "I, Zombie: The Chronicles of Pain" (1998). La renovada popularidad que experimentó el filme de zombies en el siglo 21, ha traido nuevas propuestas sobre el tema, y dentro de estas se encuentra la que presenta el filme "The Dead Outside", producción británica independiente estrenada en el 2008. Realizada de manera independiente por la directora escocesa Kerry Anne Mullaney, "The Dead Outside" entra en el tipo de cine de zombies que se concentra en las repercusiones sociales de una infección epidémica. Desafortunadamente, el resultado no es tan brillante.

"The Dead Outside" (literalmente "Los muertos que hay afuera", pero en México titulada "Pandemia") es la historia de David (Alton Milne), un joven sobreviviente de una devastadora pandemia neurológica. La enfermedad, de origen desconocido, es altamente contagiosa y el resultado en los infectados es una pérdida de la razón, de los sentidos y un aumento en la violencia, reduciéndolos a creaturas incapaces de sentir dolor. David vaga en su auto por la campiña escocesa, luego de que el grupo de sobrevivientes con quienes vivía fuese atacado. En su búsqueda por otros sobrevivientes, David llega a una granja que parece deshabitada. David decide pasar la noche en el lugar y se recuesta, siendo sorprendido momentos más tarde por la dueña de la casa, April (Sandra Louise Douglas). Tras cerciorarse que David no está infectado, April le permite quedarse un tiempo. Pronto las diferencias entre ambos los harán chocar, pues mientras David aún ve a los infectados como seres humanos, April los extermina sin piedad ni remordimientos, llena de una furia que intimida a David. Pero detrás de esa rabia, April esconde un secreto muy importante.

Escrita por Kris R. Bird y la directora Kerry Anne Mullaney, "The Dead Outside" aborda el género de zombies desde una perspectiva interesane: la vida de los que sobrevivieron el apocalipsis. Así, "The Dead Outside" más que una cinta de horror tradicional, hace un estudio de estos dos personajes que las circunstancias han reunido en una solitaria granja en Escocia. Enfrentándose a los infectados que ocasionalmente se acercan a la granja, los escritores abordan las contrastantes perspectivas que tienen ambos personajes respecto al futuro, con un David deseoso de recuperar un cierto grado de normalidad mientras que April lo único que desea es que la dejen sola. En general, la premisa de "The Dead Outside" es interesante pues apunta al horror psicológico en lugar del visceral, al enfocarse en el frágil balance que hay en la relación entre David y April. Desafortunadamente, el guion de Bird y Mullaney no logra explorar estos temas, pues no desarrolla a sus personajes más allá de un estereotipo, lo cual se vuelve un gran problema para una trama en la que realmente no ocurre mucho.

Aunque el guion es bastante fallido, como directora Kerry Anne Mullaney corre mejor suerte, pues en "The Dead Outside" se muestra con una visión bien definida para su muy particular apocalipsis zombie. Trabajando con recursos mínimos, Mullaney crea una cinta minimalista poniendo un gran énfasis en la atmósfera y la tensión entre los personajes. El elemento clave de "The Dead Outside" es la sensación de soledad que va invadiendo a los personajes y como reaccionan a ella. Mullaney refleja esta soledad sacando gran provecho a la labor de fotografía de Kris R. Bird, quien logra un trabajo efectivo al capturar la extraña belleza de la desolada campiña escocesa. En "The Dead Outside", Mullaney emplea una narrativa lenta y contemplativa, que va de la mano con el enfoque en los personajes y su soledad que tiene el guion. La atmósfera de desolación generada por Mullaney es efectiva en la manera realista en que presenta su apocalipsis, un apocalipsis de soledad donde los sobrevivientes solo cuentan con ellos y con sus recuerdos. Lamentablemente, Mullaney no logra hacer algo con esta atmósfera, gracias a un guión que no va a ningun lado.

Más que una típica cinta de horror, "The Dead Outside" es más bien un estudio de personajes, que explora las consecuencias de la epidemia en dos de los sobrevivientes. Al enfocarse en sus personajes, las actuaciones se vuelven fundamentales para el éxito de "The Dead Outside", pero desafortunadamente, las actuaciones son bastante mediocres. Alton Milne es quizás la única excepción, realizando un trabajo aceptable como Daniel, el traumatizado sobreviviente que busca rehacer su vida. Con un trabajo contenido pero emotivo, Milne logra transmitir la soledad y la melancolía de su personaje, quien ha perdido todo excepto las esperanzas. Por el contrario, Sandra Louise Douglas hace un trabajo muy malo como la misteriosa April, realizando una exagerada interpretación de la angustia y el enojo de su personaje haciendola parecer solamente una adolescente caprichosa y amargada. Claro, no puede adjudicársele todo a Douglas, pues su personaje no le da mucho pie para algo mejor. Sharon Osdin aparece como una tercer sobreviviente, y aunque su trabajo no es malo, es un tanto regular en su actuación.

"The Dead Outside" es una cinta independiente que tiene tantas virtudes como defectos, lo que resulta en una cinta que no logra satisfacer del todo. En cuestiones técnicas, es notable lo que la directora Kerry Anne Mullaney logra hacer con tan pocos recursos, pero finalmente, su cinta sufre de un guion que comete el más grande pecado que una historia puede hacer: ser aburrida. Como se mencionó anteriormente, el problema no es la premisa en sí, que ciertamente presenta un mundo interesante; lo malo es que "The Dead Outside" se queda ahí, y aunque establece diversas subtramas que apuntan a algo interesante, realmente no se mueve a ningún lado. El choque entre ambos personajes, basado principalmente en el deseo de David por volver a una sociedad y el repudio de April a la misma, no resulta más que en discusiones donde April termina gritando con enojo pidiendo estar en soledad. Un personaje que al ser el centro de la trama debería ser interesante, queda reducido así a un molesto estereotipo que hace que su importancia en la trama pierda fuerza.

En su debut, la directora Kerry Anne Mullaney ciertamente muestra una muy bien definida visión cinematográfica y una gran habilidad para hacer mucho con poco. Es una lástima que no haya habido un mejor cuidado en la realización del guion, pues "The Dead Outside" termina luciendo como una obra un tanto incompleta. De hecho, es muy probable que de haber sido trabajada como cortometraje, "The Dead Outside" pudiera haber funcionado mejor, pues lo que resulta es más bien una obra de ritmo demasiado lento donde finalmente no ocurre gran cosa. A pesar de su interesante premisa, "The Dead Outside" queda como una cinta que tristemente no es ni muy buena, ni muy mala, solo simplemente olvidable. Sin embargo, lo que es cierto es que filmes como "The Dead Outisde" prueban la gran versatilidad del subgénero de zombies para contar historias.

5/10
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7 de noviembre de 2012

Macario (1960)

Quizás una de las figuras más sorprendentes de la literatura moderna es la del enigmático autor B. Traven, quien a pesar de haber sido un exitoso escritor durante su vida, a la fecha los detalles de su vida permanecen en el misterio. Mejor conocido por haver escrito la novela ("Der Schatz der Sierra Madre" ("El Tesoro de la Sierra Madre", base de la clásica cinta de John Huston del mismo nombre), muy poco es lo que se sabe a ciencia cierta de Traven, incluso su nacionalidad es motivo de debate (con pistas apuntanto tanto a Alemania como a Estados Unidos). Lo que sí se sabe con seguridad es que en algún un momento de su vida, Traven viajó a México y quedó fascinado por la rica cultura de ese país, así como por su belleza natural y sus complicados problemas sociales. La novela "Macario" (publicada en alemán como "Der Dritte Gast", literalmente, "El Tercer Huésped", y en inglés como "The Healer" ó "El curandero") es otro de sus trabajos más conocidos, y es además la base para una de las películas mexicanas más fascinantes y bellas: "Macario" de Roberto Gavaldón.

Ubicada en México durante el periodo colonial, "Macario" es la historia de un humilde leñador de origen indígena del mismo nombre (Ignacio López Tarso), cuyo único sueño en la vida es el comer un pavo él solo. Esto es pues siempre ha tenido que sacrificar su comida para que su gran familia pueda tener que comer. En la víspera de la celebración del "Día de Muertos", su esposa (Pina Pellicer) se roba un pavo y lo esconde de sus hijos, pues está decidida a hacer realidad el sueño de su esposo. A la mañana siguiente, ella da a Macario el pavo para que lo pueda comer a solas. En lo profundo del bosque, Macario está a punto de disfrutar su deseado alimento cuando se le van apareciendo tres extraños sujetos, quienes le piden comparta su pavo. Macario rechaza las solicitudes de los primeros dos, pero acepta al tercero (Enrique Lucero), quien se revela como la Muerte en persona. A cambio de la comida, la Muerte le da a Macario un agua con el poder de curarlo todo. Con el regalo de la Muerte, Macario se convierte en un curandero famoso en la región, pero su fama llega a oídos de la Inquisición.

Adaptada por el escritor Emilio Carballido y el mismo director Roberto Gavaldón, la película permanece relativamente fiel a la historia de Traven (que era una adaptación del cuento de hadas alemán "Der Gevatter Tod" o "El Padrino Muerte") y mantiene la mezcla de realismo y fantasía oscura que está en el centro de la novela. Como la fábula de Traven, el guion de "Macario" está lleno de simbolismo, enriquecido por los detalles sobre la cultura mexicana y su tradicional celebración del Día de Muertos. No sólo el filme comienza precisamente en las fiestas del Día de Muertos, sino que se establecen ciertos paralelos entre la tradición Mexicana y la trama del filme, particularmente la personificación de la Muerte no como enemigo, sino como compañero, como un amigo con quien compartir la comida. El anti-capitalismo usual de Traven permanece intacto en el guion de Carballido y Gavaldón, el cual juega con la diferencia de clases entre la pobre familia de Macario y la rica casa de Don Ramiro, el rico hacendado interpretado por Mario Alberto Rodríguez.

Como es usual en los filmes de Roberto Gavaldón, la hechura de "Macario" es técnicamente impecable, aunque este filme en particular prueba que Gavaldón no era solo un eficiente artesano, sino un realmente interesante y consagrado artista, digno de ser considerado entre los mas grandes directores de cine mexicano. Como en la novela, "Macario" es fuertemente simbólico, con la imaginería mexicana respecto a la muerte jugando un papel importante en la creación de la poderosa atmósfera de fantasía que tiene el filme (una escena particularmente brillante es la pesadilla de Macario, que muestra influencia del surrealismo de Luis Buñuel). El filme en general camina la delgada línea entre el realismo (reflejado en la relación entre clases sociales) y la fantasía total, por lo que podría decirse que la película se relaciona al realismo mágico. El legendario cinefotógrafo Gabriel Figueroa hace uno de sus mejores trabajos en esta película, capturando sobrecogedoras imágenes de gran belleza sobrenatural que aumenta la atmósfera oscura de la fábula de Gavaldón.

Aunque la fotografía de Figuero es verdaderamente de lo mejor del filme, cabe destacar que el elenco también hace un maravilloso trabajo en dar vida a los personajes del "Macario" de Traven. 1960 probó ser un año importante en la carrera del actor Ignacio López Tarso, pues fue cuando obtuvo sus primeros roles importantes en "La Sombra del Caudillo" y ésta película. Como el protagonista, Macario, López Tarso muestra un gran carisma natural y una fuerte presencia en su papel, así como una gran expresividad. Aunque en un par de veces su trabajo se siente un poco teatral, en "Macario" ya muestra porque luego sería considerado como uno de los mejores actores mexicanos. "Macario" fue también el primer papel en cine de Pina Pellicer, y uno de los mejores de su corta carrera (se suicidaría cuatro años despupes). Su trabajo está tan lleno de naturalidad que se vuelve fuertemente emotivo a pesar de su limitado tiempo en pantalla. Enrique Lucero completa el elenco con un espeluznante trabajo como la Muerte, que se aparece como un pobre y desnutrido pastor.

En muchos filmes de Roberto Gavaldón, la muerte y el destino juegan papeles fundamentales en sus tramas, y en "Macario" esto es llevado a su extremo más simbólico. Pero como se mencionó anteriormente, la Muerte no es un enemigo, sino un aliado para Macario; no necesariamente una fuerza del mal, sino un elemento de equilibrio. Macario es sólo capaz de torcer un poco ese equilibrio, pues la Muerte es despiadada y el destino inamovible. Algo interesante es que la verdadera fuerza maligna en la trama proviene de los hombres, en la forma de la envidia que sienten por el éxito de Macario como curandero. De nuevo, el anti-capitalismo de Traven se hace presente: el mal es el sentimiento humano de la envidia. Aunque "Macario" no ha envejecido del todo bien (sus efectos especiales por ejemplo, lucen terriblemente obsoletos), la película mantiene su espeluznante atmósfera de fantasía oscura, un encanto sobrenatural que podría definirse mejor como "magia" que la vuelve cautivante. La belleza de las imágenes de Figueroa, a la par del maravilloso trabajo del elenco se conjugan bajo la mano de Gavaldón resultando en un filme poderoso y fascinante.

Aunque tras su estreno "Macario" se volvió merecedor de múltiples premios alrededor del mundo (incluyendo una nominación al premio de la Academia como Mejor Película en Lengua Extranjera), el filme no fue tan bien recibido en su país de origen pues se le consideró como una cinta artificial y nacionalista diseñada para ganar premios extranjeros. Quizás sí se pueda acusar a "Macario" de explotar un poco el folklor mexicano, pero aun así, "Macario" es un innegable logro de gran técnica y valor artístico. Llena de simbolismo y poseedora de un impresionante trabajo de cinefotografía, "Macario" permanece como uno de los mejores filmes de Roberto Gavaldón, y una de las últimas gemas con vestigios de la llamada "Época de Oro" del cine mexicano, el cual para 1960 ya estaba enfrentando un decline. Un sorprendente ejemplo de cine mexicano, "Macario" es un definitivo clásico del género de fantasía.

9/10
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31 de octubre de 2012

Dust Devil (1992)

A finales de los años 80s, el sudafricano Richard Stanley era un joven director que ya se había hecho de renombre en el Reino Unido (a donde se había mudado durante la guerra con Angola) como director de videos musicales. Sin embargo, el recuerdo de una famosa leyenda de Namibia le llamaba a regresar a África. La oportunidad llegó tras el éxito de su primera película, "Hardware", en 1990. Gracias a esto, Stanley logró obtener el apoyo para su proyecto soñado: una cinta basada en el Nhadiep, asesino serial que se volvió mítico en Namibia. Con el nombre de "Dust Devil", el proyecto se volvió una realidad, aunque también fue el comienzo de un tortuoso camino. Tras una complicada producción, "Dust Devil fue completada, aunque la cinta estrenada quedó lejos de ser el filme de Stanley: problemas con la compañía productora resultaron en la completa mutilación de "Dust Devil", que se estrenó sin pena ni gloria en 1992. Afortunadamente, Stanley recobró su material, y logro reconstruir una versión más cercana a su ideal. Finalmente, el legendario corte final de "Dust Devil" surgió como su creador lo había deseado.

En "Dust Devil" (literalmente "Diablo de Polvo"), Robert John Burke interpreta a un asesino serial que se desplaza por el desierto del Namib, ubicado en la frontera entre Sudáfrica y Namibia. Los asesinatos que comete tienen características de corte ritual, por lo que la población lo lo comienza a identificar con el Diablo del Polvo, un mítico hechicero capaz que debora las almas humanas. La policía sigue sin poder detenerlo, y el oficial Ben Mukurob (Zakes Mokae) toma el caso determinado a arrestar al asesino. Un total escéptico, Mukurob se enfrentará a las supersticiones locales, pues él está convencido de que el asesino es un ser humano. Además, la investigación de Mukurob lo llevará a chocar con el fuerte racismo de su país, así como con sus propios demonios en su viaje por el desierto. Al mismo tiempo, Wendy Robinson (Chelsea Field) abandona a su esposo Mark (Rufus Swart) tras una fuerte pelea y se adentrará en el desierto, conduciendo por la autopista sin rumbo fijo con el fin de escapar de su vida. Los caminos de los tres invariablemente se cruzarán con consecuencias extraordinarias.

Escrita por el mismo director Richard Stanley, "Dust Devil" es un filme que camina peligrosamente por la delgada línea entre el realismo más crudo y la fantasía surrealista; sin embargo, Stanley logra mantener la historia a flote sin abaratar o sacrificar sus elementos. Aunque en el fondo "Dust Devil" es una historia sobre un brutal asesino en serie, los elementos sobrenaturales de la magia y el folclor africanos le dan a la historia una atmósfera cautivante y por ende, una identidad propia. Y sin embargo, aunque el aspecto místico y sobrenatural es de gran importancia en el filme, es la forma en que Stanley desarrolla las historias de estos tres personajes lo que hace a la cinta espeluznante. Sin un héroe en el sentido tradicional de la palabra, en "Dust Devil" la constante entre los personajes de la historia es una sensación de desolación y desesperanza; sensación que está presente tanto en la melancolía del taciturno Mukurob como en la soledad de Wendy, emociones que atraen al Diablo del Polvo, quien así mismo se encuentra atado a las pasiones humanas de su cuerpo.

Esta atmósfera de soledad y desesperanza es reflejada por Stanley en su gran empleo de las locaciones naturales del desierto del Namib, el cual es retratado con maestría gracias al brillante trabajo del cinefotógrafo Steven Chivers. Con una gran influencia del género Western (particularmente del trabajo de Sergio Leone), Chivers y Stanley capturan la extraña belleza salvaje del desierto del Namib y lo vuelve realmente un personaje tan importante como los demás. Junto a la bella fotografía de Chivers, la sobrecogedora música de Simon Boswell completa la espeluznante visión de Stanley del horror del desierto. La narrativa visual de Stanley, cargada de símbolos y moviéndose entre pasajes surreales y brutales escenas de la realidad del África de su época, refleja el origen dual del guion, a la vez místico y realista al combinar el antiguo folklore Namibio con el caso real de un asesino serial. Es importante resaltar que el llamado "corte final" de la cinta es la mejor versión del filme, pues el corte estrenado en cines carece realmente de lógica y coherencia.

Las actuaciones en "Dust Devil" son en general bastante buenas, con un Robert John Burke realizando un trabajo excepcional como el Diablo del Polvo, conjugando en su persona la personalidad, a la vez atractiva y repulsiva del viajero asesino. Burke logra además el transmitir la dualidad en que vive el Diablo del Polvo, dividido entre su naturaleza espiritual y humana. La dualidad es uno de los temas principales del filme, y Burke logra personificarlo con gran talento. Chelsea Field también da una buena actuación como Wendy, una mujer que decide salir de su asfixiante matrimonio y tomar el rumbo de su propia vida. Field logra hacer un buen trabajo, aunque en ocasiones se aprecia su dificultad para dominar el acento sudafricano. Sin embargo, el filme pertenece totalmente a Zakes Mokae, quien realiza una soberbia interpretación como el oficial Mukurob y es esencialmente el corazón del filme. John Matshikiza aparece en un pequeño pero importante papel como un curandero, a la vez que narra el filme, robando escena con su cautivante trabajo.

Llena de simbolismo y con una belleza surreal en su hechura, "Dust Devil" es un atípico filme de horror y suspenso donde se conjuga la suma de la ideología del director Richard Stanley. Es realmente, un filme bastante personal, pues en él se encuentran los intereses e ideas que el joven cineasta intentaba expresar (es sin duda una película mucho más compleja que su más comercial "Hardware"). Quizás es por esta razón que "Dust Devil" podría parecer una cinta que intentara explorar demasiados conceptos en una sola trama; sin embargo, la visión de Stanley logra mantener una coherencia y lógica entre las diversas ideas que se exploran en la cinta. Es fácil entender por qué "Dust Devil" recibió una recepción tan fría en su época, pues con el corte de casi 20 minutos de duración, se perdió la coherencia además de gran parte de los aspectos místicos del filme. Y es esto último lo que precisamente da a "Dust Devil" su encanto, pues la obra de Richard Stanley es en gran medida, una búsqueda de los aspectos mágicos y espirituales (aún los más oscuros) que existen en el mundo.

Híbrido de western y filme de horror, "Dust Devil", en su versión completa, es una excelente cinta de horror que logra combinar perfectamente el realismo crudo del lado más oscuro de nuestra realidad, con una interesante cosmología sobrenatural, logrando además que ambos aspectos se complementen y nutran entre sí. Con una cautivante fotografía y extraordinaria música, "Dust Devil" es un atípico filme de horror que emplea la historia de un asesino en serie como base para explorar el folklore, el mito y la leyenda. Desafortunadamente, tras "Dust Devil" Richard Stanley vivió la debacle de "The Island of Dr. Moreau" (cinta de la que fue despedido y sustituido por John Frankenheimer) y no volvió a contar con la libertad creativa que tuvo en "Dust Devil". Sin embargo, es afortunado que finalmente haya aparecido la cinta como originalmente fue concebida.

9/10
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Esta reseña fue originalmente publicada en su versión original en Inglés en Cult Reviews el 27 de Junio del 2008. Cult Reviews es un buen sitio para visitar cuando se busca cine de culto.

26 de octubre de 2012

Looper (2012) @ Habitación 101

El estreno de la cinta "Looper" del director Rian Johnson nos remite nuevamente a una pregunta ancestral: ¿Se puede cambiar el pasado? Esto porque Johnson aborda en su película ese complicado y a veces problemático concepto de los viajes en el tiempo. Sin embargo, Johnson le da un giro especial: en el 2074 existen los viajes en el tiempo pero son ilegales, por lo que sólo son empleados por la mafia. La mafia de esa época encuentra muy difícil deshacerse de los cuerpos de sus enemigos, por lo que en vez de matarlos los manda al pasado, al 2044 para ser exactos, donde son recibidos por asesinos a sueldo que los liquidan e incineran. Estos asesinos son llamados "Loopers" pues en su contrato está específicado que un día se recibirán a ellos mismos para cerrar su ciclo "loop". Tras matar´a su versión del futuro, podrán retirarse y vivir una buena vida hasta que les toque ser enviados al pasado a morir. Suena complicado, pero no lo es tanto, y da pie a una de las mejores cintas de acción y ciencia ficción del año 2012. Johnson, quien se diera a conocer con "Brick", hace una interesante cinta futurista donde lo más importante no es lo visual, sino sus personajes. De esto y más escribo en Habitación 101, donde me publicaron una reseña de "Looper". Además, Habitación 101 se encuentra en esta ocasión haciendo una interesante cobertura de la nueva cinta de Tim Burton, "Frankenweenie", abordando la vida y obra del cineasta californiano y su relación con el cine animado de terror. Nuevamente los invito a visitar "Habitación 101"!

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25 de octubre de 2012

La residencia (1969)

Mientras que en muchas otras industrias cinematográficas, el género del horror había sido explorado desde los comienzos del cine, en España su desarrollo había sido casi nulo, pues fuera de algunos experimentos fantásticos del pionero del cine Segundo de Chomón y el largometraje "La torre de los siete jorobados" de Edgar Neville (1944), no había existido una película de terror propiamente dicha hasta la llegada de los años 60s. La razón principal de esto fue la censura que ejercía el gobierno de Francisco Franco, pero a partir de 1962 se vieron cambios en la industria que propiciaron la aparición de cintas de horror. Y las dos personas más importantes para en el naciente género fueron los directores Jesús Franco y Narciso Ibáñez Serrador. Nacido en Uruguay en una familia de actores, Ibáñez Serrador comenzó su carrera en España en el teatro, para pasar a la televisión, a donde llevó su gusto por el horror en la legendaria serie "Historias para no dormir". Tras el enorme éxito de esta teleserie, Ibáñez Serrador estrenó en 1969 su primer largometraje: "La residencia".

Ubicada en la Francia del siglo 19, "La residencia" es la historia de un internado para señoritas dirigido por la estricta Señora Fourneau (Lilli Palmer). A la escuela llega una nueva integrante, Terea (Cristina Galbó), quien pronto descubre los secretos que esconde la fachada de disciplina que tiene escuela. Una de las residentes, Irene (Mary Maude), asistente de confianza de la Sra. Fourneau, toma un interés particular en Teresa, y busca torturarla y humillarla en cada oportunidad. La misma Sra. Fourneau no pierde oportunidad para castigar violentamente a la rebelde Catalina (Pauline Challoner). A la par que esto ocurre, Teresa secretamente se hace amiga de Luis (John Moulder-Brown), el hijo de la Sra. Fourneau, quien vive escondido en la residencia, pues su madre no desea que se relacione con las jóvenes de la residencia. Teresa desea irse, no sólo por las humillaciones que sufre, sino porque varias jovencitas han ido desapareciendo sin dejar rastro en las últimas fechas, por lo que el miedo comienza a hacerse presente entre los muros de la residencia.

Basado en una historia de Juan Tébar, el guion de "La residencia" fue escrito por el mismo Narciso Ibáñez Serrador (bajo el nombre de Luis Peñafiel), quien emplea mezcla diversos elementos clásicos del horror para dar forma a una historia muy innovadora para el horror español. Por un lado, la ambientación en una aislada casona del siglo 19 remite mucho a la ficción gótica tradicional, mientras que la trama de Teresa enfrentándose a los tormentos que le infringe Irene le da a la historia un matiz subversivo de rebelión ante la autoridad. Finalmente, la trama del asesino serial suelto en la mansión, hace a "La residencia" un antecedente interesante el subgénero slasher. Sin embargo, lo más interesante de "La residencia" es sin duda la cantidad de lecturas que la historia puede tener, pues no sólo hay en el guion una velada crítica a los regímenes autoritarios (como el de Francisco Franco), sino que el desarrollo que hace Ibáñez de sus personajes incluye un arriesgado pero elegante toque de lesbianismo en la relación entre Teresa e Irene.

Elegancia es lo que mejor define el estilo que maneja el director Narciso Ibáñez Serrador a lo largo de "La residencia", estilo que da una importancia mayúscula al suspenso y la tensión. Con un excelente trabajo de fotografía de Manuel Berenguer, el director Ibáñez Serrador crea una cinta donde la atmósfera de represión se siente en cada cuadro. Sacando gran provecho a su locación, Ibáñez Serrador establece a sus personajes más como prisioneras que como estudiantes, bajo la estricta dirección de Fournier (y el implacable asedio de Irene). El temor que sienten los personajes ante su opresivo entorno, es retratado por Ibáñez Serrador con excelente detalle, ejemplificado a la perfección en la secuencia de la lección de costura, donde con un brillante uso del montaje, el director logra mostrar la represión sexual existente entre las jovencitas. Como puede apreciarse, es el suspenso más que el horror lo que predomina en el filme, aunque cuando el asesino finalmente ataca, Ibáñez Serrador crea imágenes de gran impacto (e innovadoras para su época).

Con "La residencia", Ibáñez Serrador pretendía llegar a un mercado internacional, por lo que a pesar del elenco multinacional la cinta se dobló al inglés (práctica común en el cine europeo de su época). El doblaje no es tan malo, y aun así se puede apreciar la gran calidad de algunos de los intérpretes. La principal joya de la cinta es la actuación de la actriz alemana Lilli Palmer, quien como la Sra. Fourneau realiza uno de los mejores trabajos de su carrera. Con gran porte y una extraordinaria presencia escénica, Palmer crea un personaje de tal intensidad que realmente deja una impresión aun cuando no está a cuadro. Palmer logra fundir a la opresiva Sra. Fourneau con la ominosa atmósfera de su escuela. Excelente también es la actuación de la británica Mary Maude como Irene, quien realiza una soberbia actuación como la fiel asistente de la Sra. Fourneau, abusando de su posición para torturar a sus condiscípulas. Frente a tan excelentes trabajos, Cristina Galbó es un poco opacada, más sin embargo logra salir adelante con un trabajo efectivo y de buena calidad.

Indudablemente una de las mejores obras de horror español, "La residencia" es un gran ejemplo de horror gótico que muy posiblemente sirvió de inspiración al italiano Dario Argento al realizar su "Suspiria" (cinta también ubicada en una escuela privada). Innovadora, cautivante y llena de suspenso, "La residencia" descansa sobre el gran cuidado que puso el director Narciso Ibáñez Serrador en su realización. Sin embargo, a pesar de sus virtudes, hay algunos detalles que no pueden pasarse por alto. Quizás el más obvio es el abandono total de algunas subtramas interesantes (principalmente una referente a Catalina), que quedan sin resolverse en favor de la trama principal. Esto es probablemente el resultado de un guion donde Ibáñez Serrador intentaba incluir múltiples ideas que al final tuvieron que sacrificarse. Otro detalle es que quizás la identidad del asesino resulta un poco predecible, aunque vale la pena mencionar que esto no disminuye el impacto del final, que se beneficia por un acertado manejo de la cámara y la soberbia actuación de Lilli Palmer.

A pesar de sus defectos, "La residencia" es una obra mayor del horror español, y un ejemplo del gran talento del director Narciso Ibáñez Serrador (talento que volvería a brillar en su clásico de 1976, "¿Quién puede matar a un niño?"). Con su bella fotografía y la espeluznante música de Waldo de los Ríos, "La residencia" es una cinta que, como las mejores historias de horror gótico, emplea sus convenciones para retratar la represión de la sexualidad con una gran sutileza y elegancia. Aunque el filme tuvo una recepción un tanto fría en su estreno (tanto en España como en el extranjero), "La residencia" es un filme mucho más inteligente de lo que pudiera parecer pues, detrás de su trama de asesinatos en serie se esconde una aguda crítica a los regímenes opresivos y sus seguidores. Un olvidado clásico del cine de horror.

9/10
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24 de octubre de 2012

La corta notte delle bambole di vetro (1971)

Tras haberse hecho de una carrera como director asistente durante los últimos años de la década de los 60s (entre las que destacan "Il conformista" de Bernardo Bertolucci y varias cintas de Maurizio Lucidi), el italiano Aldo Lado tuvo la oportunidad de debutar como director con una historia de misterio y horror (un giallo) titulada "Malastrana". Los ejecutivos de la distribuidora del filme opinaron que el título, que hacía referencia al barrio de Malá Strana en la ciudad de Praga (donde se realizó la película), era demasiado ambiguo y no funcionaba, por lo que se decidió que el título sería "La corta notte delle farfalle", es decir, "La corta noche de las mariposas". Para mala fortuna de Lado, en ese momento se estrenaba en Italia otra historia de misterio con mariposas en el título: "Una farfalla con le ali insanguinate", por lo que resignados, en el último momento cambiaron el título al más ambiguo y poético "La corta notte delle bambole di vetro", ó en español, "La corta noche de las muñecas de cristal". La cinta sería uno de los más celebrados y poco convencionales filmes del subgénero giallo.

"La corta notte delle bambole di vetro" comienza con el descubrimiento en un parque del cadáver de Gregory Moore (Jean Sorel), reportero norteamericano que había desaparecido hacía unos días. Sin embargo, aunque todo indica que está muerto, en realidad Moore está consiente, atrapado en un cuerpo que no puede mover e incapaz de comunicarse. Confundido, Moore intenta entender que le ha ocurrido, recordando como comenzó todo: con la misteriosa desaparición de su novia Mira (Barbara Bach) tras una fiesta a donde habían acudido juntos. Moore va reconstruyendo los eventos que sucedieron a la desaparición, pues aunque la policía rápidamente había desechado el caso como una amarga separación de pareja, Moore había descubierto una relación entre la desaparición de Mira y la de otras jóvenes de la localidad. Los compañeros de Moore, Jessica (Ingrid Thulin) y Jacques (Mario Adorf) intentan ayudarlo, aunque sin dar mucho crédito a las pistas que Moore sigue, pistas que lo llevan a descubrir secretos sórdidos en la alta sociedad de Praga.

Escrita por el mismo director Aldo Lado en conjunto con el veterano Ernesto Gastaldi (autor de numerosos filmes italianos de género), la historia de "La corta notte delle bambole di vetro" presenta un giro inusual al thriller de misterio al basar la trama en una serie de flashbacks a los recuerdos del reportero Gregory Moore, a la vez que intenta recuperar el control de su cuerpo. Es aquí donde entra en juego el factor de suspenso en la historia, pues Gregory Moore no está realmente muerto, sino totalmente paralizado por alguna razón que el mismo desconoce, y la tensión aumenta al tenerlo indefenso e incapaz de comunicarse. El misterio es quizás el elemento más importante en "La corta notte delle bambole di vetro", pues a medida que la trama se desarrolla va dando giros impredecibles que llevan a la historia a terrenos cada vez más sórdidos y extraordinarios. Ciertamente, "La corta notte delle bambole di vetro" se aleja un poco del modelo clásico del giallo italiano (estilizados thrillers con gran violencia gráfica y erotismo), más sin embargo, mantiene realmente el horror y la tensión que los caracterizan.

Otro de los elementos clásicos del giallo que permanecen intactos en "La corta notte delle bambole di vetro" es su gran estilización visual. El director Aldo Lado crea en "La corta notte delle bambole di vetro" una ominosa atmósfera de misterio que llega a un espeluznante nivel onírico a medida que la trama de desarrolla y Moore se adentra cada vez más en los sórdidos secretos de Praga. Es interesante como lo que comienza como la cinta va tomando una mayor estilización a la par que Moore desciende a la oscuridad. A pesar de ser éste su debut, el director Aldo Lado muestra un gran dominio de la cámara y una bien desarrollada narrativa visual, ya que logra sacar bastante provecho del gran trabajo de fotografía realizado por Giuseppe Ruzzolini. Como se mencionó antes, el suspenso es parte integral de "La corta notte delle bambole di vetro", y el director Aldo Lado demuestra un buen dominio del mismo en su cinta. Aunado a esto, cabe destacar la soberbia música compuesta por el maestro Ennio Morricone, la cual aumenta la sobrecogedora atmósfera de pesadilla surreal con la que cuenta a la cinta de Lado.

Las actuaciones en "La corta notte delle bambole di vetro" son en general de buena calidad, aún y cuando el trabajo de doblaje hecho en la cinta (práctica común en el cine italiano) demerita un poco el trabajo realizado. Al frente del elenco se encuentra el actor francés Jean Sorel (reconocido por su participación en "Belle de jour" de Buñuel) como Gregory Moore. Aunque nada fuera de lo ordinario, Sorel hace un trabajo bastante aceptable y a pesar del doblaje, logra llevar el peso de la cinta sin mucho problema. Sin embargo, sí es un poco opacado por la legendaria musa de Bergman, la actriz sueca Ingrid Thulin, quien interpreta a su compañera y antigua amante Jessica. Thulin logra crear un personaje bastante completo a pesar de tener un menor espacio en la trama, mostrando su talento como una mujer dividida entre lo que siente por Moore y su odio hacia su desaparecida novia. Como Mira, Barbara Bach (en su segundo giallo tras "La tarantola dal ventre nero") hace un trabajo efectivo, y aunque su personaje se limita en general a lucir bien, Bach logra llenar la pantalla con su gran presencia escénica.

El resto de las actuaciones están bastante aceptables, e incluso el trabajo de doblaje no es realmente tan malo (exceptuando quizás el caso de la voz que dan al actor Mario Adorf). "La corta notte delle bambole di vetro" se revela como un giallo bastante atípico, dotado de una gran belleza visual y una atractiva trama que prefiere la tensión y el suspenso sobre la violencia gráfica. Si acaso hay algún problema en "La corta notte delle bambole di vetro", es tal vez que el director Aldo Lado en ocasiones abusa de la narración brindada por Gregory Moore, resultando en momentos que podrían parecer un poco ridículos. Otro problema es que la cinta se vuelve un poco lenta en ocasiones, sin embargo, es de reconocerse que nunca llega a ser tediosa o aburrida. Ciertamente, la premisa sobre la que descansa la historia requiere un poco más de suspensión de la incredulidad de lo que debería, dado lo extraordinario de la situación. Afortunadamente, la cinta más que compensa esto con una trama impredecible y un soberbio final lleno de tensión.

En su debut, el director Aldo Lado logra realizar una excelente historia de suspenso y misterio que rompe con las convenciones clásicas del giallo italiano. Más enfocado en el misterio que en la violencia, "La corta notte delle bambole di vetro" opta por un tipo de horror un poco diferente, uno basado en la tensión y en la paranoia más que en el shock visual (que tampoco es malo realmente). Lado se guarda sus momentos de violencia para momentos cuidadosamente establecidos, lo que aumenta en gran manera el suspenso de la cinta. Aunque muy lejos del estilo tradicional del thriller "all'italiana", la cinta "La corta notte delle bambole di vetro" del director Aldo Lado es uno de los mejores gialli jamás realizados. Dotada de una gran belleza visual y una música cautivante, "La corta notte delle bambole di vetro" es un olvidado clásico del misterio y el horror.

8/10
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23 de octubre de 2012

Hecho en México (2012)

Retratar la identidad de un nación no es una tarea fácil, dado que quien lo intenta se enfrenta al hecho de que dicha identidad rara vez proviene de una absoluta homogeneidad cultural, sino que mas bien es el resultado de las múltiples culturas que forman dicha nación. Culturas que normalmente son bastante diferentes entre sí a pesar de formar un sólo país. Y sin embargo, esto es precisamente lo que intentan los productores Lynn Fainchtein y Duncan Bridgeman en el documental "Hecho en México": hacer un retrato de la identidad nacional de México, un retrato que identifique la Mexicanidad de casi 116 millones de personas de diversos trasfondos culturales. Para realizar esto, Fainchtein y Bridgeman tomaron como punto de partida un tema que ambos dominan bastante bien, la música (pues Fainchtein ha sido supervisora musical de numerosos largometrajes y Bridgeman es uno de los creadores del proyecto de world music "1 Giant Leap"). Así, "Hecho en México" es un documental que emplea la música mexicana en un intento por retratar la identidad de los mexicanos. Sin embargo, las cosas no resultan muy bien.

En "Hecho en México", un nutrido grupo de músicos mexicanos (y alguno que otro extranjero) prestan sus talentos para mezclar sus diferentes estilos y formar una banda sonora que refleje la identidad nacional de México. Mezclada por Bridgeman, la música sirve como el hilo conductor de diversas entrevistas con músicos, artistas, filósofos e intelectuales, que brindan sus opiniones respecto a lo que para ellos es la mexicanidad. Estas opiniones giran en torno a temas tales como el amor, la muerte y la religión (entre otros), buscando como va surgiendo la mexicanidad alrededor de estos conceptos. Todo esto a la par que se visitan diversos rincones del país, mostrando sus bellezas naturales, sus pueblos y ciudades, sus habitantes y sus respectivas culturas, y finalmente como éstas llegan a reflejar la mexicanidad en sus diversas expresiones artísticas. Todo mientras la música va acompañando el viaje, con los músicos moviéndose lo mismo por sus espesas selvas que por sus milenarias ruinas, pasando por los callejones y caminos de sus grandes ciudades.

Realizada sin seguir un guion establecido, "Hecho en México" se construye a partir de las entrevistas a las diversas personalidades que opinan sobre la mexicanidad, ahondando en los diferentes conceptos que forman la estructura del filme. Además de los ya mencionados temas de amor, muerte y religión, se abordan conceptos de espiritualidad, las drogas, el tema de la frontera con los Estados Unidos, además de las relaciones de pareja y el sexismo. Sin embargo, esta construcción, basada solamente en un grupo de conceptos tan abstractos y generales resulta en entrevistas bastante superficiales donde no se cuida realmente el establecer un punto concreto, sino solamente hablar por hablar. Y no es tanto que sea culpa de los entrevistados, sino de que pareciera que no se les brindó material para elaborar más allá de un concepto. La mexicanidad es un concepto tan amplio que al ser tratada de forma tan vaga los fuerza a caer en lugares comunes y en algunos casos, verdaderas ridiculeces. Claro, hay excepciones notables, pero la constante en los testimonios es la opinión vacía.

El británico Duncan Bridgeman toma el asiento de director, y se encarga de dar un orden a la colección de ideas que forma a "Hecho en México", y para hacerlo, recurre a su habilidad como mezclador de sonido para transformar la música mexicana en la columna vertebral de la cinta. Como había logrado ya como parte de "1 Giant Leap" (proyecto en el que junto con Jamie Catto grababan y mezclaba música e imágenes de diferentes partes del mundo para su concepto audiovisual), Bridgeman combina con gran habilidad la música mexicana, tradicional y contemporánea, rural y urbana, norteña y sureña; logrando atractivos números musicales que dan forma a "Hecho en México". Así, la mezcla de Bridgeman resulta en un híbrido musical donde los diferentes estilos musicales originarios de México se funden en una sola canción. Este es el logro más grande de "Hecho en México", o más bien el único, pues esa definición de la mexicanidad, que los testimoniales dejan en un mero psudointelectualismo barato, es realmente encontrada por los músicos en la fusión de sus diferentes talentos, de sus diferentes ritmos.

Sin duda la música armada por Bridgeman es el principal atractivo de la cinta, más no el único, pues la película cuenta con una excelente labor de fotografía realizada por Gregory W. Allen, Lorenzo Hagerman y Alexis Zabé, quienes logran capturar imágenes de gran belleza. Sin embargo, los méritos técnicos no logra salvar a "Hecho en México" de sus múltiples defectos, que se centran en la irónica falta de identidad que sufre la película. Es decir, el documental "Hecho en México" pareciera intentar ser al mismo tiempo un videoclip, un promocional turístico y un estudio sociológico. Tristemente, solo como videoclip es que logra funcionar medianamente bien, pues mientras que los momentos puramente musicales son muy interesantes, la manera en que las entrevistas arman la cinta sólo deja ver que Bridgeman y Fainchtein carecen de una idea certera de lo que es la mexicanidad. Y aunque como extranjero el director Duncan Bridgeman bien podría haber brindado una perspectiva interesante al ver a México desde fuera, opta por el cliché, el lugar común y retrata a México con la fascinación de un turista.

Ciertamente, el director Duncan Bridgeman tiene un gran talento como productor musical, talento que ha demostrado ya en "1 Giant Leap" y que nuevamente explota al máximo en "Hecho en México". Sin embargo, la diferencia entre su anterior "1 Giant Leap" y esta cinta es que el primero es un proyecto carente totalmente de pretensiones más allá de las musicales, mientras que en el ambicioso documental "Hecho en México" se adentra a una cuestión mucho más compleja y que no logra definir del todo. Las ideas expuestas, en su intento por ser rebeldes e irreverentes, resultan ridículas y sensibleras, lo cual no sería tan malo si no fuera porque al final realmente no dicen nada. Superficial, vacía y sin una identidad propia, "Hecho en México" es una cinta que tristemente sólo se puede disfrutar como un escaparate posmoderno de la música mexicana, pues como documental es totalmente fallida.

4/10
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