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3 de abril de 2012

The Innocents (1961)

De entre las múltiples obras de ficción Gótica que surgieron durante el la década de 1880s, la clásica historia de fantasmas, "Otra vuelta de tuerca" es definitivamente una de las intrigantes y fascinantes de todas. Las razones de esto son muchas, pero una de las más importantes ha sido la forma ambigua en que James usa a los fantasmas para explorar la psicología de sus personajes. Esta ambiguedad ha sido causa de múltiples debates sobre la naturaleza de la trama, pues la narrativa de James ha generado diferentes interpretaciones a través de los años. Mitad horror sobrenatural y mitad drama psicológico (sin mencionar el subtexto de sexualidad reprimida que se lee en la novela), la riqueza de "Otra vuelta de tuerca" es vasta, lo que ha permitido también una buena variedad de adaptaciones, cada una mostrando una forma diferente de ver la historia. La cinta de 1961, "The Innocents" es una adaptación que permanece fiel a la visión de James, y logra mantener la seductora ambiguedad de la novela.

En "The Innocents" ("Los Inocentes", aunque títulada en Español como "Posesión Satánica"), Deborah Kerr interpreta a la Señorita Giddens, una joven e inexperta tutora contratada por un hombre rico (Michael Redgrave) para trabajar en su casa de campo y cuidar de sus sobrinos, pues él es no tiene el tiempo (ni el interés) en ser la figura paterna de los huérfanos. Tras su llegada, la Srita. Giddens conoce a la Señora Grose (Megs Jenkins), la ama de llaves, y a Flora (Pamela Franklin), una de los niños que cuidará. Todo parece ir bien hasta que reciben la noticia de que el otro niño, Miles (Martin Stephens) ha sido explusado de la escuela por su mal comportamiento. Tras la llegada de Miles, la Srita. Giddens comienza a experimentar eventos extraños en la casa, escuchando y viendo apariciones que la hacen sospechar que la casa está embrujada. La extraña conducta de los dos niños incrementará sus sospechas de que algo o alguien fuera de este mundo pretende tener el control de los inocentes.

Siguiendo al clásico de Henry James de manera muy fiel, el guión de William Archibald y Truman Capote logra capturar exactamente la misma atmósfera de ambiguedad y paranoia que impregna cada página de la novela clásica. La palabra clave del filme es "ambiguedad" pues de hecho, se pudiera incluso decir que los escritores han tomado esa ambiguedad ya inherente en la trama todavía un paso más allá a la par que juegan con cada elemento que tiene la historia: horror sobrenatural, drama psicológico, y ese sutil pero fuerte toque de voluptuosa sensualidad de la represión sexual Victoriana. La trama tiene mútliples giros a medida que se desarrolla, jugando con cada posible explicación para los extraños eventos que ocurren, pero sin dar muchas pistas sobre la naturaleza exacta de lo que está pasando, cuidando sabiamente el misterio y el suspenso hasta el último momento. Finalmente, el soberbio desarrollo de los personajes es otro elemento que hace de esta cinta uno de los más poderososo cuentos de horror realizados en el cine.

Dos años después de dirigir la internacionalmente aclamada "Room at the Top" ("Un lugar en la cumbre"), el director Jack Clayton muestra su talento para adaptar obras literarias con una gran clase y sin dejar de lado la escencia de la trama. Enfocándose enteramente en la Srita. Giddens y los niños, Clayton permanece fiel al tono ambiguo del guión, creando un horror claustrofóbico basado enteramente en la sugestión, dejando a la imaginación de la audiencia la naturaleza del embrujo y la fuenre de los innombrables horrores que tenen lugar en l amansión. Clayton aumenta la inherente sensualidad de la novela de Henry James con una sutileza elegante que es a la vez perturbadora y fascinante. Y por supuesto, la estrella de esta obra maestra es sin duda el impresionante trabajo de fotografía realizado por el legendario Freddie Francis (años después sería uno de los directores clásicos de Hammer films), quien usando una suntuosa fotografía blanco y negro crea una ominosa atmósfera de perdición que es tan espeluznante como bella.

Aunque la fotografía de Freddie Francis es definitivamente de lo mejor de la cinta, "The Innocents" no sería lo mismo sin las grandes interpretaciones de su elenco. La actuación de Deborah Kerr como la Srita. Giddens es un poderoso Tour de Force dramático en el que ella transmite esa sutil mezcla de ingenuidad y sensualidad reprimida que tiene su personaje, haciendo fácil el tener empatía por esa mujer al borde de un descenso en una espiral de miedo y paranoia. Pero aún en las escenas más dramáticas, Kerr mantuene una contención muy apropiada, que evita la teatralidad y lo vuelve más natural. Como los inocentes del título, Martin Stephens y Pamela Franklin son simplemente perfectos, y es sorprendente la madurez que logran para interpretar sus personajes. Stephens en particular es soberbio en la forma en que puede ir de un niño jugetón a una figura siniestra en una forma espeluznantemente natural. Finalmente, Megs Jenkins como la Señora Grose, hace un excelente trabajo en un rol que fácilmente pudo haber sido una caricatura.

"The Innocents" de Jack Clayton es una cinta de horror que basa su impacto en el poder de la sugestión, en el miedo a lo oculto, a lo desconocido; y para hacer esto emplea una ominosa atmósfera sombría y una trama ambigua. En cierto modo, aunque "The Innocents" es una historia de fantasmas, también funciona como horror psicológico, en el que el personaje de la Srita. Giddens comienza a descubrir una nueva cara de su propia personalidad via el contacto con estos niños, quienes parecen estar poseídos. Y dado que ella es la única que experimenta esto, la paranoia comienza a asolarla, aislada en una mansión enorme sin nadie en quien confiar. La forma sutil y elegante en que Clayton crea esta atmósfera es sobrecogedora. Ciertamente, Clayton sabe que el sugerir es mucho más inquietante que el mostrar, y por esto "The Innocents" esta imbuido de una ambiguedad simplemente espeluznante. La magia de "The Innocents" es que, como la novela de Henry James, permite un gran rango de interpretaciones.

Terrorífica y atmosférica, "The Innocents" es un poderoso despliegue de los mejores talentos que la industria Británica tenía durante la década de los 60s, y un libro de texto sobre el gran poder de la sugestión en el cine. Quizás solámente "The Haunting" de Robert Wise (otra historia de fantasmas que se realizaría dos años después) igualaría el soberbio uso que da esta cinta a la fotografía y al diseño de arte para crear una amtósfera Gótica de horror y desolación. Con su excelente fotografía y el maravilloso trabajo de su elenco, "The Innocents" es simplemente una obra maestra del horror Gótico que fácilemente se encuentra entre las mejores películas, no sólo del género de horror, sino del cine en general. Misteriosa, inquietante y cautivante, "The Innocents" es una verdadera joya.

10/10
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Esta reseña fue originalmente publicada en su versión original en Inglés en Cult Reviews el 3 de Abril del 2012. Cult Reviews es un buen sitio para visitar cuando se busca cine de culto.

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