De acuerdo al folclore, existen demonios femeninos que se aparecen en sueños, tomando la forma de una mujer con el fin de seducir hombres y tener relaciones sexuales. Eran llamados succubi, en singular succubus (la contraparte masculina es incubus), y supuestamente sus visitas representaban no sólo el riesgo de perder el alma, sino también un rápido deterioro de la salud física que podía llevar a la muerte. Con esta mezcla de maldad, peligro y sexualidad, era natural que el mito del succubus entrara a la ficción, y puede ser encontrados en diversos autores desde Honoré de Balzac hasta Orson Scott Card. En el cine, los succubi entraron naturalmente al género de horror, y uno de los filmes que exploran este concepto es la co-producción Italo-Belga de 1971, "La plus longue nuit du diable", conocida en Español como "La Terrorífica Noche del Demonio (nombre derivado del título en Italiano, "La terrificante notte del demonio"), aunque la traducción literal sería "La Noche más larga del Diablo".
Conocida en Inglés como "The Devil's Nightmare o "Vampire Playgirls", el filme cuenta la historia de seis turistas que viajan por la campiña Belga en un autobus conducido por el Sr. Ducha (Christian Maillet). En el viaje, el grupo encuentra un camino bloqueado, que los forzará a pasar la noche en los alrededores. Para su fortuna, un campesino (Daniel Emilfork) les habla del Castillo Von Rhoneberg, donde el Barón seguramente les dejará pasar la noche. El grupo llega al castillo y son recibidos por el Baron Von Rhoneberg (Jean Servais). El grupo de viajeros está compuesto por el joven seminarista Alvin Sorel (Jacques Monseau), el viejo Sr. Mason (Lucien Raimbourg), el matrimonio de Howard y Nancy Foster (Lorenzo Terzon y Colette Emmanuelle), y dos amigas, Corinne (Ivana Novak) y Regine (Shirley Corrigan). Un octavo huésped llega al castillo, Lisa Müller (Erika Blanc), una joven y hermosa mujer buscando refugio. Sin embargo, su precencia traerá consigo extraños eventos relacionados con la maldición Von Rhoneberg.
El productor Pierre-Claude Garnier junto al escritor Patrice Rohmm, realizaron el guión para "La plus longue nuit du diable" con la idea central de que cada uno de los huéspedes representara a uno de los siete pecados capitales. La succubus comienza a asesinar a los turistas usando sus vicios para atraerlos y hacerlos morir en pecado mortal, de forma que el Diablo pueda quedarse con sus almas. Una premisa algo original, que da pie a varias situaciones interesantes, pues aunque los personajes son meros arquetipos de su respectivo pecado, Garnier y Rohmm logran construir un bien definidio grupo de personajes. Particularmnete interesante es la relación que se forma entre el seminarista ay Lisa, pues el joven comienza una lucha entre sus creencias y sus deseos, Desafortunadamente, no hay gran cosa además del concepto de siete pecados, pues el tema de la maldición Von Rhoneberg es escasamente explorado, y también está la extraña inclusión de una subtrama sobre una reportera asesinada que no va a ninguna parte.
Sin embargo, si la trama es un tanto simple, el director Jean Brismée lo compensa, haciendo de "La plus longue nuit du diable" una muy atmosférico filme Gótico con un abelleza surreal. Dos elementos sobresalen en la cinta: el brillante trabajo de cinefotografía realizado por André Goeffers y la etérea, sobrecogedora música compuesta por Alessandro Alessandroni. Haciendo gran uso del ojo de Goeffers, el director Brismée conjura una atmósfera pesadillezca que le da al filme un tono surreal. La dosis de erotismo que agrega al filme es muy apropiada para el tono de la historia, sin quitarle la atención al horror en el filme. De hecho, "La plus longue nuit du diable" perfectamente conjuga esa mezcla de mal perverso y sensualidad que el muto del succubi evoca. La música de Alessandroni es quizas el punto más alto del filme, pues Alessandroni crea un trabajo de una sombría belleza que perturba, sensación que es aumentada por el trabajo vocal de su hermana Giulia.
La actuación es un tanto dispar, pues aunque hay buenas interpretaciones, otras son demasiado simplistas o mediocres. Como Alvin Sorel, Jacques Monseau es apropiado en su retrato de un dudoso joven sacerdote, dividido entre la dignidad qu ebusca representar y sus deseos carnales. La hermosa Erika Blanc (de "Operazione paura") es Lisa, la misteriosa joven que resulta ser un heraldo del diablo, un succubus. Como Lisa, Erika muestra un enorme talento para ser seductora y elegante, en ocasiones transmitiendo más con un simple gesto facial que con los diálogos. Sin embargo, esta gran expresividad está en su mejor momento cuando la personalidad del succubi aparece, pues Erika Blanc logra transformar su imagen de una gran belleza a una horripilante representación de la Muerte. Ciertamente la decisión de usar un maquillaje sutil ayuda al efecto, pero es la actuación de Blanc la que realmente logra el resultado. El resto del elenco es menos interesante, con la excepción de Daniel Emilfork, espeluznante como el Diablo mismo.
"La plus longue nuit du diable" es un filme de extremos, teniendo elementos de gran calidad, a la vez que es particularmente débil en otros aspectos. Quizás lo que más hiere al filme es el gran problema de tantas películas: un guión pobremente desarrollado. Ciertamente, el tema de los siete pecados es notable en la forma en que es explorado, y el filme realmente mejora cuando los turistas comienzan a enfrentar sus destinos. Sin embargo, esto ocurre un poco tarde en el filme, pues la primera parte de la cinta no sólo incluye a los turistas, sino la extraña subtrama de la reportera. Esta es quizás el elemento más inútil del filme, pues no sirve a propósito alguno más que para hacer mención de la maldición Von Rohneberg. De cualquier forma, es un testamento del talento de Jean Brismée el cómo logra crear un filme tan atmosférico a partir de un guión tan débil. La falta de presupuesto es particularmente obvia, pues a pesar de contar con buenas locaciones, los efectos lucen muy baratos y afectan mucho la experiencia.
Sin embargo, y a pesar de sus muchos problemas, "La plus longue nuit du diable" es una subestimada gema del horror Europeo que merece sin duda ser mejor recordada. Este clásico perdido del Eurohorror, fue el último filme que Jean Brismée realizo antes de retirarse (pues se volvió maestro en el Institut national supérieur des arts du spectacle et des techniques de diffusion en Bélgica), y muestra además una de las mejores actuaciones de la hermosa Erika Blanc. Ciertamente no es una cinta que haya envejecido bien, pero de entre los muchos filmes de horror de los 70s, la visión de Brismée del mito del succubus es un admirable trabajo de gran belleza. Realmente esta cinta hace honor a su título en Inglés de "Devil's Nightmare", pues su narrativa sigue precisamente la lógica de una muy disfrutable pesadilla de horror.
7/10
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