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9 de octubre de 2012

Jacob's Ladder (1990)

Algunas de las ideas erróneas más comunes respecto al género de horror es que es un entretenimiento lleno de clichés, predecible y juvenil basado totalmente en el sexo, la sangre y las vísceras. Ciertamente hay muchas películas de terror que caben dentro de esa descripción, pero lo cierto es que el cine de horror va más allá de eso. Y estas ideas erróneas están tan profundamente enraizadas en el inconsciente del público que muchas veces cuando una gran cinta de horror aparece, termina siendo catalogada como "thriller" en vez de "horror", como si el género fuera por default incapaz de presentar inteligencia y calidad. Pero lo es, y un gran ejemplo de una cinta de horror brillante que rompe las ideas preconcebidas de lo que es el horror es la obra maestra de Adrian Lyne, "Jacob's Ladder". Tras haber obtenido éxito tanto comercial como con la crítica con su "Fatal Attraction" en 1987, y con una buena reputación como creador de thrillers eróticos, el director Adrian Lyne abordó un tema aún más oscuro en esta aventura existencial al horror psicológico.

"Jacob's Ladder" (literalmente "La Escalera de Jacob", pero conocida en México como "Alucinaciones del Pasado"), es la historia de Jacob SInger (Tim Robbins), un veterano de Vietnam que trabaja como cartero e intenta iniciar una nueva vida con su novia Jezebel (Elizabeth Peña) tras divorciarse de Sarah (Patricia Kalember). Sin embargo, su cordura comienza a decaer pues es presa de horribles alucinaciones y visiones cada vez más severas sobre sus días en la guerra, su matrimonio fallido y los años antes de que su pequeño hijo Gabriel (Macaulay Culkin) muriera. Las visiones de monstruos y el retorno de los horrores de la guerra comienzan a ser peligrosos para Jacob cuando las alucinaciones se vuelven más reales cada vez. Jacob es contactado por uno de sus antiguos compañeros del ejército, Paul (Pruitt Taylor Vince), quien le comenta que también sufre de alucinaciones. A medida que la mente de Jacob se quiebra, también sufre atentados contra su vida, que junto con el asesinato de Paul apunta a que todo es resultado de un experimento secreto del ejército. Sin embargo, hay algo más en el alma de Jacob.

Escrita por Bruce Joel Rubin, el alucinante viaje a la locura de "Jacob's Ladder" es fácilmente uno de los más cautivantes y vívidos retratos del horror de la locura jamás puestos en celuloide, y mucho del éxito del filme en este aspecto es gracias al inteligentemente realizado guion de Rubin. Compleja y multidimensional, la trama de Rubin lleva a Jacob al infierno y de regreso en su búsqueda por una explicación a lo que le pasa, pero dada la impredecible naturaleza de su problema mental, nunca hay una sola respuesta para los extraños sucesos que ocurren en su vida. Reflejando su interés personal en la metafísica y la espiritualidad (tema constante de su carrera, como ejemplifica "Ghost"), Rubin explora ideas sobre la vida, la muerte y la naturaleza del alma. Sin embargo, el tono y la atmósfera de "Jacob's Ladder" son de corte más oscuro que sus trabajos anteriores, aunque sin perder su simbolismo. Aunque la compleja narrativa podría sonar un tanto ambiciosa y confusa, Rubin logra hacerlo funcionar y el resultado final es una de las cintas más originales jamás escritas.

Conocido por su estilizada narrativa visual y fuerza en el desarrollo de personajes, el director Adrian Lyne hace un brillante trabajo (uno de los mejores de su carrera) al dar vida a esta historia de locura y horror. Particularmente impresionante es la experimentación con la cámara para crear los inquietantes efectos de las alucinaciones, generando un estilo de imaginería visual que ha probado tener gran influencia (se acredita a "Jacob's Ladder" como influencia importante en los videojuegos "Silent Hill", por ejemplo) debido a su escalofriante naturaleza. La atmósfera del filme en general es de una espeluznante decadencia y desorden, con el fin de reflejar el deteriorado estado mental de la mente de Jacob. El cinefotógrafo Jeffrey L. Kimball realiza su trabajo más inspirado y captura el caos urbano de Nueva York con gran habilidad, adaptándose grácilmente a la estilizada visión de Lyne y transformando la ciudad en un mundo de pesadilla donde nada es lo que parece. Lyne mantiene la naturaleza simbólica del guion de Rubin, conservando su ambigüedad pero sin perder la humanidad de la historia.

El elenco realiza un gran trabajo en "Jacob's Ladder", aunque ciertamente es destacable la labor de Tim Robbins, quien interpreta al torturado Jacob Singer. En uno de los mejores trabajos de su carrera, Robbins simplemente perfecto como Singer, capturando con maestría el horror interior de un hombre traicionado por su mente. Interpretando la locura sin caer en el cliché, Robbins da vida a la consternada alma de Singer y prueba que es un actor bastante subestimado. La actriz de origen cubano Elizabeth Pela es bastante buena como Jezzie, la novia de Jacob, haciendo un trabajo efectivo en su sutileza, a pesar de que su personaje es algo limitado. Sin embargo, vale la pena mencionar que el filme está enteramente enfocado en Jacob, por lo que de cualquier forma no hay mucho espacio para destacar a los actores de soporte. De hecho, el único actor que logra hacerlo es Danny Aiello, quien aparece en un pequeño pero importante rol como el quiropráctico (y único amigo) de Jacon, Louis, quien actúa como guía espiritual en el intento de Jacob por entender lo que experimenta.

"Jacob's Ladder" es definitivamente uno de los filmes más originales de los 90s, debido no sólo a su brillante guion, sino también por la manera en que Lyne realiza el filme, sencilla pero efectiva. Ciertamente, la historia contiene giros que quizás ya no sean tan originales como en su tiempo, sin embargo, la belleza de "Jacob's Ladder" se encuentra en la estilizada forma en que la complejidad de su guion se desarrolla. También es de reconocerse el como Lyne logra conservar el tema de espiritualidad que es el centro del guion de Rubin, pues el filme tiene una poderosa atmósfera sobrenatural que aumenta la sensación de que el mundo de Jacob se está desdoblando, borrándose la línea entre la realidad y la locura. Los aspectos de thriller de conspiración son otro buen toque que tiene la historia y que Lyne no pierde oportunidad en explorar, aunque sin perder de vista el tema principal: la lucha de Jacob contra sus demonios. Como el Jacob bíblico (que inspira el título del filme), Jacob Singer lucha contra algo más grande que él mismo, y Lyne hace de esta lucha una experiencia sobrecogedora.

Los términos "thriller psicológico" y "horror psicológico" son usados bastante libremente en los tiempos modernos, sin embargo, "Jacob's Ladder" es una cinta que realmente representa el significado de horror psicológico. Con su deliciosa mezcla de misterio, suspenso y horror, "Jacob's Ladder" de Adrian Lyne es una obra maestra del horror que sirve de ejemplo perfecto de una historia que emplea el horror por explorar posibilidades sin límite. Quizás su único defecto sea que no ha envejecido particularmente bien (no puede evitar lucir como un producto de los 80s, aunque quizás esto sea un defecto de la obra visual de Lyne en general); sin embargo, la fuerza de esta historia sigue siendo tan cautivante como en su estreno. Como un filme que explora el horror de la mente, "Jacob's Ladder" es una verdadera gema.

9/10
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