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13 de marzo de 2012

The Artist (2011)

Desde la primer proyección pública en 1896, el cine ha visto innumerables desarrollos a través de su historia; sin embargo, ninguno ha sido tan definitivo como industria como fue la llegada del sonido al cine en 1927. Aunque los experimentos para agregar sonido a las películas son tan viejos como el cine mismo, sería el lanzamiento de "The Jazz Singer" de la Warner Bros. la que cambiaría el medio para siempre. Fascinados por el sonido sincronizado, el público hizo de la cinta un éxito y los estudios se dieron cuenta que el futuro estaba en las "talkies" (cine sonoro). Esto comenzaría un traumático proceso de adaptación en que muchas carreras legendarias se derrumbarían mientras que nuevas estrellas llegarían a la cima. Esta difícil era es el periodo en el que filme "The Artist" de Michel Hazanavicius se desarrolla, como un amoroso tributo al arte del cine mudo y sus estrellas. Pero el director Francés no sólo ubica su cinta en la era silente, sino que también realiza "The Artist" como si fuera un filme de los últimos años de la década de los 20s: silente.

"The Artist" comienza en 1927, en la premiere del más reciente filme de George Valentin (Jean Dujardin), "A Russian Affair". Valentin, una estrella de peso en la industria Americana, disfruta su éxito como parte de la realeza de Hollywood. Afuera del cine, cuando Valentin posa para los reporteros, un ajoven llamada Peppy Miller (Bérenice Bejo) accidentalmente cae junto a él. La cándida foto que les toman marca el comienzo de la carrera de la joven. Peppy comienza a audicionar para películas, y tras obtener un papel de bailarina, su camino se cruza con Valentin de nuevo. Fascinado por su encanto, Valentin exige que le den a Peppy un papel más grande, contra los deseos del jefe del estudio, Al Zimmer (John Goodman). Tras este papel, la carrera de Peppy comienza a avanzar lentamente hacia el estrellato. Dos años después, Zimmer anuncia que ya realizará cine mudo. Valentin se rehusa a trabajar en el cine sonoro, y decide realizar su propia película muda. Mientras la estrella de Valentin comienza a desvanecerse, Peppy se irá convirtiendo en la Reina de Hollywood en la era sonora.

Con un guión del mismo director Michel Hazanavicius, "The Artist" ó "El Artista", es un melodrama de la vieja escuela, combinando el romance y el drama con toques de comedia para relatar la caída de la estrella silente George Valentin y contrastarla con la llegada de Peppy Miller, a la par que desarrolla la relación que comienza a surgir entre ambos. Resultado de una gran investigación, el guión de Hazanavicius está lleno de referencias y homenajes a la historia del cine, comenzando con el personajde Valentin, quien es un pastiche de estrellas silentes como Douglas Fairbanks y John Gilbert. Sin embargo, aunque "The Artist" está ciertamente consciente de su naturaleza de homenaje, Hazanavicius no toma la ruta de la mera parodia, y en vez de eso permanece fiel al estilo clásico del melodrama tan compun de la era silente. "The Artist" es claramente el trabajo de un cinéfilo para los cinéfilos, una pieza de nostalgia, y aunque ciertamente no es un tema nuevo (el clásico "Singin' in the Rain" lo aborda también), la magia de "The Artist" no está en su trama, sino en su hechura.

Pues el encanto de "The Artist" está en su valiente regreso al estilo de cine de la era silente, con Hazanavicius regresando a una narrativa puramente visual (aunque un par de escenas el sonido es usado para efecto dramático), replicando el tono y look visual del Hollywood clásico de los años 1920s. Esta réplica involucra un soberbio trabajo de fotografía realizado por Guillaume Schiffman, quien utiliza un bello blanco y negro (y en aspecto Académico por supuesto) para dar vida a esta historia de antaño, como si fuera realizada con la tecnología de la época. Todo el diseño de producción (de Laurence Bennett) se esfuerza en evocar la era silente, sin embargo, más allás de los aspectos meramente técnicos del filme, donde realmente se captura el estilo de cine silente en "The Artist" es sencillamente en la fluida narrativa de Hazanavicius, la cual como se mencionó anteriormente, se basa totalmente en lo visual, con una gran economía de intetítulos y un extenso conocimiento del lenguaje cinematográfico. Es ciertamente un truco novedoso, pero un truco bien enraizado en la estructura del filme.

La actuación es, por supuesto, instrumental en la recreación del cine de la era muda, pues ciertamente las interpretaciones de los actores de aquella época era considerablemente diferente a la actual. Como la estrella George Valentin, el actor Francés Jean Dujardin es fascinante, y canalizando la persona de Douglas Fairbanks en su personaje, Dujardin hace una interpretación excelente como la famosa estrella incapaz de adaptarse. "The Artist" es totalmente de Dujardin, y él actor saca el máximo provecho a esto. Bérenice Bejo interpreta a su contraparte, Peppy Miller, la joven actriz que se vuelve la nueva estrella. Encantadora y vibrante, Bejo tiene un gran carisma muy acorde a su rol, el cual pareciera inspirado en una joven Joan Crawford. Aunque ocapada por Dujardin, Bejo da a su rol un cierto grado de clase y jovialidad que le va a su personaje como anillo al dedo. El resto del elenco es en general muy efectivo, aunque ciertamente su tiempo en pantalla es considerablemente inferior. Dujardin y Bejo son sin duda las estrellas de "The Artist".

Sin embargo, dentro del elenco de soporte, es preciso señalar el admrable trabajo de James Cromwell como Clifton, el leal mayordomo y chofer de Valentin. Cromwell le da a su papel una enorme cantidad de dignidad y expresividad, de manera que transmite perfectamente las emociones de su personaje con casi nada más que su mirada. El trabajo de Cromwell es verdaderamente uno de los pequeños detalles que levantan a "The Artist" de ser un melodrama común y lo vuelven significativo. Pues como se mencionó anteriormente, no hay nada realmente nuevo u original en la trama de "The Artist", la cual refiere no sólo a la ya mencionada "Singin' in the Rain", sino a clásicos de la talla de "A Star is Born" y "Sunset Blvd.". En este caso, son los pequeños detalles los que importan, pues es ahí donde se encuentra el corazón del filme. Detalles como el mínimo pero inteligente uso del sonido, la encantadora actuación del perro Uggie, y por supuesto, la cinefilia, esa cinefilia tan profundamente imbuida en cada plano. Sin duda, "The Artist" es una carta de amor a la era silente.

Como se mencionó anteriomente, "The Artist" es una cinta basada en un truco: lo que la distingue es básicamente la inusual elección de haber sido realizada como un filme mudo. Sin embargo, dado que la obra está hecha por un verdadero cinéfilo, la experiencia se vuelve muy disfrutable para audiencias con la misma cinefilia. Ciertamente, esto podría ser también un defecto, pues quizás audiencias menos interesadas en el cine silente no se sientan tan enganchadas por el estilo narrativo del filme (y es decididamente un filme de estilo sobre sustancia). De cualquier manera, tan truculenta como sea, "The Artist" logra hacer de su truco su principal elemento, funcionando realmente como una película muda y no sólo como una réplica. El talento de Hazanavicius ciertamente influye en esto, pero quizás realmente el secreto de esto se encuentra en el corazón puesto en la cinta.

8/10
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