Como una de las más fascinantes creaturas del folklore, los vampiros han sido una presencia constante en las leyendas e historias de horror por siglos. El enorme éxito en 1897 de la novela "Dracula" del escritor Irlandés Bram Stoker transformó a los mitos en una figura icónica que se volvió la imagen definitiva del monstruo inmortal. El siglo siguiente vió al vampiro entrar de lleno en el nuevo medio, el cine, volviéndose un tema popular en prácticamente cada década en la historia del cine. Y todo empezó en 1921, cuando los productores Enrico Dieckman y Albin Grau se reunieron para desarrollar una idea que Grau tenía desde la Primera Guerra Mundial: un filme de vampiros. Para lograrlo, los productores contrataron al famoso guionista Henrik Galee para adaptar la novela de Stoker. Sin embargo, Dieckman y Grau no lograron obtener los derechos de la novela, así que Galeen la modificó y adaptó a un pueblo Alemán. Drácula se volvió Orlok, y con el director F.W. Murnau al timón, "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" (ó "Nosferatu: Una Sinfonía de Horror") llegó al mundo.
"Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" comienza en una ciudad Alemana llamada Wisburg, donde el joven Thomas Hutter (Gustav von Wangenheim) es un empleado en una firma de bienes raíces. Hutter es enviado a Transilvania para visitar al enigmático Conde Orlok (Max Schreck), quien desea mudarse a Alemania y comprar una casa en Wisburg. A medida que se acerca al castillo de Orlok, Hutter descubre que los habitantes están aterrorizados por el misterioso Conde, al punto de que el chofer de su carruaje se rehusa a entrar a sus tierras. Un extraño coche es enviado por Orlok a recoger a Hutter, y así finalmente el joven conoce a su extraño cliente. En el castillo Hutter sólo ve al excéntrico Orlok por la noche, y nunca lo ve comer nada, así que empieza a sospechar que el Conde sea en realidad el monstruo llamado Nosferatu. Una noche Orlok descubre el retrato de la esposa de Hutter, Ellen (Greta Schröder) y queda fascinado. Tras revelar su verdadera naturaleza a Hutter, Nosferatu apresura su viaje a Wisburg para llevar su reino de terror a Alemania.
Siendo ya conocido como maestro de la fantasía oscura (tras haber trabajado en filmes de horror expresionistas como "Der Golem" y "Der Golem, wie er in die Welt kam"), el escritor Henrik Galeen adapta la novela de Stoker con gran talento y literalmente la vuelve su propia historia. Dejando fuera el típico enfoque Victoriano en la moralidad que tiene la historia (incluyendo al cazador Van Helsing), Galeen aumenta el romanticismo Gótico de la novela al hacer de la historia no una lucha entre los abstractos conceptos de bien y mal, sino un duelo entre la pureza y la corrupción. La corrupción es el tema central del filme, con Orlok, el Nosferatu, siendo no sólo el heraldo de la plagua cuya llegada a Wisburg trae muerte y enfermedad con él, sino también el corruptor que se entromete en la felicidad de los Hutters. Estilizada, pero imbuida con un ritmo fluido (heredado quizás de la novela), la trama de Galeen es muy ágil y dinámica; desenvolviéndose a un ritmo poético que vuelve a la historia, como su título indica, una real sinfonía de horror.
Con filmes como "Der Januskopf ("La cabeza de Janus") de 1920, ó "Schloß Vogelöd" ("El Castillo Encantado") de 1921 en su haber, el director F.W. Murnau no era un novato en tratar temas sobrenaturales como los del guión de Galeen. Sin embargo, "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" se volvería uno de los filmes más importantes de Murnau, pues junto al fotógrafo Fritz Arno Wagner y el productor Albin Grau (uqién fungió como director de Arte), Murnau desarrollo un estilizado y único diseño visual para su cinta. Aunque escencialmente un filme expresionista, Murnau conscientemente se aleja de la norma, como por ejemplo en el uso de locaciones reales para la película. Esto agrega una atmósfera natural que contrasta poderosamente con los detalles ya más expresionistas del filme, como la apariencia física de Nosferatu. Este contraste funciona perfecto dentro de la idea de corrupción que es central en el guión, pues la tan natural villa se va consumiendo por la extremadamente estilizada pesadilla que Nosferatu representa.
En el icónico rol del Conde Orlok, el actor Alemán Max Schreck creó a una de las figuras más fascinantes de la historia del horror. Gracias a su maquillaje expresionista y a su sutil, aunque estilizado trabajo, Schreck da vida a un vampiro único. Un depredador al fin, su Nosferatu es una verdadera creatura de la noche, encarnando perfectamente la idea del horror como algo repulsivo y cautivante ala vez. Entrenado en el teatro, Schreck basa su trabajo principalmente en lenguaje corporal, creando una figura de pesadilla que se mueve por la pantalla como si una de las sombras estuviera viva, llenado la escena con una sobrecogedora atmósfera. Como Ellen Hutter, Greta Schröder es bastante buena, casi etérea en sus escenas y siendo el perfecto opuesto a la fiera figura de Nosferatu. Como Knock (el equivalente a Renfield), Alexander Granach se roba cada escena del filme, pues su exagerada sobreactuación le va muy bien al personaje que interpreta. Desafortunadamente, no se puede decir lo mismo de Gustav von Wangenheim, cuyo trabajo teatral es uno de los defectps del filme.
Llena de inolvidables y espeluznantes imágenes cortesía del fotógrafo Fritz Arno Wagner, "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" permanece aún hoy no sólo como un gran filme de horror, sino como un maravilloso logro artístico en general. La atmosférica mezcla que hace Murnau de un duro realismo y una pesadillezca fantasía marcaron la pauta para el horror Gótico, y definió el concepto del vampiro en el cine. Claro, las limitaciones técnicas de su tiempo son visibles, pero el hecho es que, a más de 80 años de su lanzamiento, la sorprendente forma en que Galeen, Murnau, Schreck y todos los involucrados en la producción le dieron vida a la novela de Stoker en tan poderoso y emocional filme es realmente una obra monumental. Desafortunadamente, los productores Enrico Dieckmann y Albin Grau no lograron asegurar los derechos de la novela y la familia de Stoker demandó a su compañía, Prana films, llevándolos a la bancarrota y forzándolos a destruir cada copia. "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" casi se perdió, pero para buena fortuna, algunas copias sobrevivieron en otros países.
Poderosa, espeluznante, fascinante, en una sola palabra, sobrenatural; "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" se conviertió en un clásico del género del horror y en la cinta que influenció a generaciones de cineastas por décadas. Después de "Nosferatu", Murnau se volvió uno de los más importantes directores del mundo, y fue alejándose del expresionismo hacia un mayor rango de estilos artísticos, finalmente migrando a America donde realizó varias obras maestras antes de la llegada del sonido. Un filme legendari de un cineasta legendario, lo que F.W. Murnau y su equipo lograron en "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" es simplemente lo que el cine se supone que de ser: magia.
9/10
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Watch "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" (1922)
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