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13 de febrero de 2012

El Hombre Bestia (1934)

A pesar de ser una nación que adoptó rápidamente al cine como arte, los primeros cineastas Argentinos no parecían muy dispuestos a aventurarse a los géneros fantásticos, y los temas del cine Argentino permanecieron basados en la gran tradición literaria del país. La comedia y el drama derivados del teatro fueron los géneros por excelencia de la era muda, y la llegada del sonido no cambió mucho esto, pues solo permitió que la rica cultura músical Argentina pudiera finalmente entrar en la pantalla. Sin embargo, un hombre que pensó que la Argentina también podía producir historias fantásticas, y a principios de los años 30s, comenzó a producir la que sería conocida como la primera película Argentina de horror. Este hombre fue el reportero Camilo Zaccaría Soprani, y la película se llamó "El Hombre Bestia", una producción independiente hecha sin mucho dinero y quizás sin mucho talento, pero con mucha pasión. Perdida por casi 70 años, finalmente se encontró en el año 2002 y aunque es bueno verla de nuevo, es quizás un caso en que la importancia histórica es mayor al valor artístico.

La historia de "El Hombre Bestia" comienza con el Capitan Richard (Saverio Yaquinto), un valiente piloto de la Primer Guerra Mundial, que sufre un aterrizaje forzoso en la jungla, estrellándo su avión. EL capitán sobrevive, pero es incapaz de volver a la civilización, y usa entonces sus habilidades de supervivencia para vivir en la jungla, donde se vuelve más y más salvaje a medida que pasan los años, transformándose eventualmente en un hombre salvaje, como el Tarzan de Burroughs. Doce años después, el destino juega a favor de Richard y otro avión aterriza en su isla. El ahora salvaje Richard asesina al piloto y usa el avión para volver a casa donde, al quedarse sin combustible, aterriza en la casa del extraño Dr. Marchessi (Raúl D'Angeli). Richard sorprende al Dr. Marchessi, quien se interesa en sus rasgos bestiales y logra inyectarle una de sus fórmulas experimentales al capitán Richard. La fórmula acaba transformando a Richard en un loco psicópata movido por la lujuria, y este comienza a capturar bellas jóvenes.

El guión, por el mismo C. Z. Soprani, es básicamente una colección de las muchas extrañas aventuras que vive el capitán Richard, desde sus días como piloto hasta su sobrevivencia en la jungla, y después su enfrentamiento con el Dr. Marchessi y la caza humana que realizan los familiares de sus víctimas para detenerlo. De hecho, demasiadas cosas pasan en los 50 minutos de duración del filme, claro indicador del deseo de Soprani de crear una historia de acción y aventura que tuviera un poco de todo. Desafortunadamente, todo se siente forzaro y artificial debido a la poca organización que la historia tiene. Y por esto, el tono de la cinta varía constantemente, pues comienza como una historia de aventuras que se transforma en un bizarro film de horror, De hecho, el mismo Richard pasa de ser el aparente protagonista de la película (que de hecho tiene como subtítulo "Las Aventuras del Capitán Richard"), a convertirse en esencialmente, uno de los villanos de la historia cuando la fórmula del Dr. Marchessi lo vuelve aún más salvaje.

Como el clásico "Vampyr" de Carl Theodor Dreyer, "El Hombre Bestia" de Soprani es una especia de híbrido de cine mudo y sonoro, con algunas escenas usando intertítulos y textos para seguir la trama, mientras otras sí cuentan con el audio grabado. Sin embargo, a diferencia de la surrealista historia de vampiros de Dreyer, en el film de Soprani esto se hace de manera descuidada, y parece más resultado de decisiones presupuestales que una elección artística. Y al ver el filme, pareciera que el presupuesto estuvo detrás de muchas más de las decisiones del director, pues muchas escenas parecen haber sido hechas en las mismas locaciones, y Soprani muestra su gusto por tomar prestado material de archivo para las escenas complicadas. El estilo visual de Soprani es más cercano al del cine silente que al cine que se hacía en los años 1930s. Finalmente, el amontonamiento de las muchas aventuras del capitán Richard es hecho sin un real cuidado o sentido del ritmo, resultando en una narrativa torpe que por momentos parece desarticulada e incoherente.

Las actuaciones en "El Hombre Bestia" son bastante pobres, lo cual dado la nula experiencia de los actores, quizás sea comprensible. Como el estilo visual del filme, la actuación tambien pareciera más apropiada para el cine mudo, aún en las escenas donde hay sonido. Saverio Yaquinto, que interpreta al Capitán Richard, no es tan malo en realidad, y sigue eficientemente el estereotipo de hombre salvaje tan común en las películas mudas de aventuras en la selva. Ciertamente, Yaquinto sobreactúa mucho su rol, aunque dado que su papel es completamente físico y limitado a realizar acrobacia y media, esto puede ser resultado de una mala dirección. Un mayor problema son los demás actores, quienes lucen acartonados y muy teatrales. Incluso como si estuvieran leyendo sus líneas al momento. Raúl D'Angeli, quien es el malvado Dr. Marchessi es quizás el peor, dando un trabajo muy poco inspirado en su papel de villano. A pesar de eso, realmente todos los problemas de actuación de "El Hombre Bestia" tienen su raíz en el mal trabajo de dirección de C. Z. Soprani.

"El Hombre Bestia" esta plagado de problemas que hacen que su disfrute sea algo difícil. Para empezar, su bizarra trama que incluye casi todos los elementos de los seriales de aventura Norteamericanos (escenas de guerra, peligro en la jungla, científicos locos, monstruos sueltos, detectives y más), todos amontonados en 50 minutos de pietaje. Sin miramientos en cuanto lógica o coherencia, la historia pasa de episodio a episodio movida por extrañas circunstancias e inverosímiles coincidencias que desafían la suspención de la incredulidad más fuerte. Aún para su época, es un gran salto tomar seriamente a "El Hombre Bestia" como cinta de género. Lo cual lleva a otro problema del filme: para una producción de 1934, se siente muy anticuada, arcaica incluso. Más allá del hecho de que es un híbrido de mudo y sonoro, su trama suena como algo hecho en los primeros años del cine mudo, donde todo era nuevo e inexplorado. Aunque ciertamente el bajo presupuesto tiene algo que ver con los problemas técnicos del filme, no justifica las muchas cosas ilógicas que ocurren en la cinta.

Probablemente cuando Camilo Zaccaría SOprani decidió hacer "El Hombre Bestia" esperaba que pudiera rivalizar con los seriales Americanos que él admiraba. Es definitivamente el estilo que intenta reproducir en su película, pero tristemente, sus ambiciones estuvieron más allá de sus habilidades. A pesar de eso, la pasión y el amor por el género que SOprani tenía se siente realmente en la loca mezcla de escenas extrañas que tiene la cinta. Esta primera cinta de horror Argentina, "El Hombre Bestia" no pudo encontrar una audiencia y se perdió rápidamente en el olvido. Tomarían otros ocho años para que se creara la primera obra maestra del horror Argentino ("Una Luz en la ventana" de Manuel Rmero). Como objeto histórico, "El Hombre Bestia" es invaluable, como el cine de acción y horror que quiere ser, es bastante olvidable.

4/10
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