A finales de los años 80s, el sudafricano Richard Stanley era un joven director que ya se había hecho de renombre en el Reino Unido (a donde se había mudado durante la guerra con Angola) como director de videos musicales. Sin embargo, el recuerdo de una famosa leyenda de Namibia le llamaba a regresar a África. La oportunidad llegó tras el éxito de su primera película, "Hardware", en 1990. Gracias a esto, Stanley logró obtener el apoyo para su proyecto soñado: una cinta basada en el Nhadiep, asesino serial que se volvió mítico en Namibia. Con el nombre de "Dust Devil", el proyecto se volvió una realidad, aunque también fue el comienzo de un tortuoso camino. Tras una complicada producción, "Dust Devil fue completada, aunque la cinta estrenada quedó lejos de ser el filme de Stanley: problemas con la compañía productora resultaron en la completa mutilación de "Dust Devil", que se estrenó sin pena ni gloria en 1992. Afortunadamente, Stanley recobró su material, y logro reconstruir una versión más cercana a su ideal. Finalmente, el legendario corte final de "Dust Devil" surgió como su creador lo había deseado.
En "Dust Devil" (literalmente "Diablo de Polvo"), Robert John Burke interpreta a un asesino serial que se desplaza por el desierto del Namib, ubicado en la frontera entre Sudáfrica y Namibia. Los asesinatos que comete tienen características de corte ritual, por lo que la población lo lo comienza a identificar con el Diablo del Polvo, un mítico hechicero capaz que debora las almas humanas. La policía sigue sin poder detenerlo, y el oficial Ben Mukurob (Zakes Mokae) toma el caso determinado a arrestar al asesino. Un total escéptico, Mukurob se enfrentará a las supersticiones locales, pues él está convencido de que el asesino es un ser humano. Además, la investigación de Mukurob lo llevará a chocar con el fuerte racismo de su país, así como con sus propios demonios en su viaje por el desierto. Al mismo tiempo, Wendy Robinson (Chelsea Field) abandona a su esposo Mark (Rufus Swart) tras una fuerte pelea y se adentrará en el desierto, conduciendo por la autopista sin rumbo fijo con el fin de escapar de su vida. Los caminos de los tres invariablemente se cruzarán con consecuencias extraordinarias.
Escrita por el mismo director Richard Stanley, "Dust Devil" es un filme que camina peligrosamente por la delgada línea entre el realismo más crudo y la fantasía surrealista; sin embargo, Stanley logra mantener la historia a flote sin abaratar o sacrificar sus elementos. Aunque en el fondo "Dust Devil" es una historia sobre un brutal asesino en serie, los elementos sobrenaturales de la magia y el folclor africanos le dan a la historia una atmósfera cautivante y por ende, una identidad propia. Y sin embargo, aunque el aspecto místico y sobrenatural es de gran importancia en el filme, es la forma en que Stanley desarrolla las historias de estos tres personajes lo que hace a la cinta espeluznante. Sin un héroe en el sentido tradicional de la palabra, en "Dust Devil" la constante entre los personajes de la historia es una sensación de desolación y desesperanza; sensación que está presente tanto en la melancolía del taciturno Mukurob como en la soledad de Wendy, emociones que atraen al Diablo del Polvo, quien así mismo se encuentra atado a las pasiones humanas de su cuerpo.
Esta atmósfera de soledad y desesperanza es reflejada por Stanley en su gran empleo de las locaciones naturales del desierto del Namib, el cual es retratado con maestría gracias al brillante trabajo del cinefotógrafo Steven Chivers. Con una gran influencia del género Western (particularmente del trabajo de Sergio Leone), Chivers y Stanley capturan la extraña belleza salvaje del desierto del Namib y lo vuelve realmente un personaje tan importante como los demás. Junto a la bella fotografía de Chivers, la sobrecogedora música de Simon Boswell completa la espeluznante visión de Stanley del horror del desierto. La narrativa visual de Stanley, cargada de símbolos y moviéndose entre pasajes surreales y brutales escenas de la realidad del África de su época, refleja el origen dual del guion, a la vez místico y realista al combinar el antiguo folklore Namibio con el caso real de un asesino serial. Es importante resaltar que el llamado "corte final" de la cinta es la mejor versión del filme, pues el corte estrenado en cines carece realmente de lógica y coherencia.
Las actuaciones en "Dust Devil" son en general bastante buenas, con un Robert John Burke realizando un trabajo excepcional como el Diablo del Polvo, conjugando en su persona la personalidad, a la vez atractiva y repulsiva del viajero asesino. Burke logra además el transmitir la dualidad en que vive el Diablo del Polvo, dividido entre su naturaleza espiritual y humana. La dualidad es uno de los temas principales del filme, y Burke logra personificarlo con gran talento. Chelsea Field también da una buena actuación como Wendy, una mujer que decide salir de su asfixiante matrimonio y tomar el rumbo de su propia vida. Field logra hacer un buen trabajo, aunque en ocasiones se aprecia su dificultad para dominar el acento sudafricano. Sin embargo, el filme pertenece totalmente a Zakes Mokae, quien realiza una soberbia interpretación como el oficial Mukurob y es esencialmente el corazón del filme. John Matshikiza aparece en un pequeño pero importante papel como un curandero, a la vez que narra el filme, robando escena con su cautivante trabajo.
Llena de simbolismo y con una belleza surreal en su hechura, "Dust Devil" es un atípico filme de horror y suspenso donde se conjuga la suma de la ideología del director Richard Stanley. Es realmente, un filme bastante personal, pues en él se encuentran los intereses e ideas que el joven cineasta intentaba expresar (es sin duda una película mucho más compleja que su más comercial "Hardware"). Quizás es por esta razón que "Dust Devil" podría parecer una cinta que intentara explorar demasiados conceptos en una sola trama; sin embargo, la visión de Stanley logra mantener una coherencia y lógica entre las diversas ideas que se exploran en la cinta. Es fácil entender por qué "Dust Devil" recibió una recepción tan fría en su época, pues con el corte de casi 20 minutos de duración, se perdió la coherencia además de gran parte de los aspectos místicos del filme. Y es esto último lo que precisamente da a "Dust Devil" su encanto, pues la obra de Richard Stanley es en gran medida, una búsqueda de los aspectos mágicos y espirituales (aún los más oscuros) que existen en el mundo.
Híbrido de western y filme de horror, "Dust Devil", en su versión completa, es una excelente cinta de horror que logra combinar perfectamente el realismo crudo del lado más oscuro de nuestra realidad, con una interesante cosmología sobrenatural, logrando además que ambos aspectos se complementen y nutran entre sí. Con una cautivante fotografía y extraordinaria música, "Dust Devil" es un atípico filme de horror que emplea la historia de un asesino en serie como base para explorar el folklore, el mito y la leyenda. Desafortunadamente, tras "Dust Devil" Richard Stanley vivió la debacle de "The Island of Dr. Moreau" (cinta de la que fue despedido y sustituido por John Frankenheimer) y no volvió a contar con la libertad creativa que tuvo en "Dust Devil". Sin embargo, es afortunado que finalmente haya aparecido la cinta como originalmente fue concebida.
9/10
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Esta reseña fue originalmente publicada en su versión original en Inglés en Cult Reviews el 27 de Junio del 2008. Cult Reviews es un buen sitio para visitar cuando se busca cine de culto.
1 comentario:
nah,vimos otra cinta.Poco desarrollo de las a priori interesantes premisas,Burke es lo mas flojo del elenco.Y es mucho y todo junto.El cine,el racismo,los conflictos polticos,las leyendas,el genero,todo mal mezclado e inacabado.Ahora no hay excusas,este es el corte final y decepciona,aunque por otras razones,como la version original.
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