De acuerdo a una leyenda serbia, en la aldea de Zarožje, vivió un hombre llamado Sava Savanović, que trabajaba el molino en el cercano río Rogačica. A pesar de ser ya un hombre mayor, Sava Savanović se casó con una bella joven de la que se había enamorado. Sin embargo, la joven estaba enamorada del hermano de Sava, con quien mantenía una relación. En un acto de furia, Sava Savanović mató a los dos amantes en el molino. Cuando los habitantes de la aldea se enteraron del crimen, buscaron y dieron muerte a Sava Savanović, para después enterrarlo en el bosque. Pronto se comenzaron a oír rumores de que Sava Savanović era ahora un vampiro que acechaba cerca del molino. Con esta leyenda, Sava Savanović se volvería uno de los primeros vampiros del folklore serbio, y su popularidad sería tal que el escritor Milovan Glišic realizaría una novela basada en la historia ("Posle devedeset godina" ó "Tras noventa años" en 1880). La trama de esta novela sería tomada como base para una película para la televisión realizada en 1977 por el director Djordje Kadijevic con el nombre de "Leptirica" ("Лептирица").
"Leptirica" (literalmente "Polilla" ó "Mujer mariposa", que es el título que emplea el filme), comienza con la misteriosa muerte del nuevo molinero, Vule (Toma Kuruzovic). Al pasar la noche en el molino, Vule es asesinado por una extraña creatura de piel oscura y largos colmillos. Al día siguiente, los aldeanos se encuentran consternados ya que Vule es el cuarto molinero que pierde la vida al pasar la noche en el viejo molino. Mientras tanto, el humilde Strahinja (Petar Božovic) se encuentra perdidamente enamorado de la bella Radojka (Mirjana Nikolic), hija del rico terrateniente Živan (Slobodan Perovic). Strahinja pide a Živan la mano de su hija, pero éste se rehúsa a que su hija se case con alguien tan pobre como Strahinja. Decepcionado, Strahinja decide irse del pueblo, sin embargo, es convencido por los aldeanos de que tome el trabajo de molinero. Strahinja pasa la noche en el molino, donde logra sobrevivir un encuentro con el monstruo. Tras este suceso, Strahinja y los aldeanos deciden investigar más sobre la naturaleza de la creatura, lo que los lleva a la leyenda de Sava Savanović.
Adaptada por el director Djordje Kadijevic, "Leptirica" se desarrolla precisamente como lo que le da origen: un cuento folklórico. Es decir, al llevar "Leptirica" a la pantalla, Kadijevic opta por un enfoque simple y sencillo, evitando las complicaciones que pudiera llegar a tener la trama y enfocándose principalmente en realzar los aspectos legendarios, o mejor dicho, míticos que tiene la historia. Así, los personajes son más bien un grupo de arquetipos clásicos de cuentos de hadas, en una historia que trasciende su origen folklórico serbio y se vuelve universal: "Leptirica" es esencialmente la historia de un joven humilde que debe probar su valía ante la sociedad y ante sí mismo. El mito del vampiro en "Leptirica" toma un matiz de fuerza natural, con Sava Savanovic fungiendo como un demonio del bosque, al acecho de los habitantes civilizados. Hay también un sutil subtexto del vampirismo como despertar sexual heredado de la novela de Glišic. Con un cierto toque de comedia, Kadijevic mantiene la trama entre el horror y la fantasía, empleando un tono ligero que evoca el origen rural de la historia de Sava Savanović.
El director Djordje Kadijevic realiza un trabajo sencillo, pero efectivo en "Leptirica", capturando la atmósfera mítica en la que se desarrolla la historia con una gran habilidad. De hecho, esta atmósfera es el elemento más importante de "Leptirica", pues Kadijevic logra darle a su película la sensación de no estar ubicada en un periodo definido, sino en una tierra fantástica donde el mito se mezcla con la realidad. Esto es particularmente notorio en las escenas de horror, que tienen una especie de belleza surreal en su hechura gracias al buen uso dado a la fotografía de Branko Ivatovic. Sin embargo, Djordje Kadijevic no es tan afortunado en las escenas cómicas de su película, que se sienten un tanto forzadas y artificiales, en contraste con las mencionadas escenas de horror. Ciertamente, Kadijevic es un devoto del género (de hecho, su película "Darovi moje rodjake Marije" de 1969 fue la primer cinta de producción 100% yugoslava que tuviera tintes de horror), y se nota el cuidado que le brindó a la elaboración de esas escenas. Sin embargo, hubiera sido deseable que el mismo cuidado hubiera en toda la cinta.
Las actuaciones en "Leptirica" son un tanto regulares, ya que aunque hay un par que son de gran calidad, algunas otros no son muy buenas. Del primer grupo vale la pena destacar a Petar Bozovic, quien interpreta a Strahinja, el arquetípico héroe rural de la historia. Humilde pero noble de corazón, Strahinja preferiría irse de la aldea antes de ver a su amada casarse con otro. Aunque luce un poco mayor para el personaje, el actor Petar Bozovic realiza un buen trabajo y logra capturar con facilidad la inguidad y nobleza de su personaje. Sin embargo, es Slobodan Perovic quien brilla en "Leptirica" como el hosco terrateniente Živan. Perovic realiza un trabajo excelente, al grado que hubiera sido deseable ver más de su personaje. La joven Mirjana Nikolic también realiza un trabajo aceptable como Radojka, la bella hija de Živan. El giro que tiene su personaje a medida que la historia se desarrolla la vuelven una figura icónica del horror serbio. El resto del elenco no está a la altura de los ya mencionados, y quizás esto sea uno de los puntos más débiles de "Leptirica".
Realizada como parte de una serie de películas para la televisión yugoslava con temática de horror (las otras son "Devicanska svirka", "Sticenik" y "Zakletva", todas de Djordje Kadijevic), "Leptirica" sufre de las limitaciones técnicas y presupuestarias de ser un producto hecho para la televisión. Sin embargo, los problemas de "Leptirica" no están realmente relacionados con sus escasos valores de producción (que el director Kadijevic logra sortear con habilidad), sino más bien con su guion, que pareciera estar dividido entre querer ser una cinta de horror gótica y una comedia rural ligera a la vez. Kadijevic no logra balancear bien ambos géneros, resultando en atmosféricas escenas de horror muy bien realizadas y escenas de comedia que lucen baratas y apresuradas. El contraste entre ambas es muy grande, y en realidad se nota que el interés de Kadijevic se encontraba en los momentos puramente de horror de su cinta. A pesar de este problema, "Leptirica" no deja de ser una interesante historia de vampiros que, aderezada por el folklore serbio, le da un toque diferente.
Considerada como clásica dentro del horror serbio, la obra de Djordje Kadijevic es una interesante visión del género enraizado en el folklore de su país. De entre sus trabajos, "Leptirica" es quizás la más conocida, obra que captura la esencia y simbolismo de los cuentos folklóricos serbios y los transporta a la pantalla. Poseedora de una atmósfera surreal y un interesante diseño visual, "Leptirica" presenta un interesante giro al mito del vampiro, retratado en la cinta como una fuerza natural que remite a los ancestrales temores a lo desconocido y lo salvaje: el bosque, la oscuridad, la noche. Más simbólica que explicativa, la cinta es una fiel representación de una lucha mítica en celuloide. Aunque está lejos de ser una obra maestra, "Leptirica" tiene sin duda una especie de encanto que sólo podría definirse como "magia".
7/10
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