Verdadero ícono del género del horror, el actor húngaro Bela Lugosi se volvió inmortal al interpretar al legendario conde Drácula en la versión cinematográfica dirigida por Tod Browning para Universal Studios en 1931. Sin embargo, tras el papel que lo llevaría a la cumbre, Lugosi se enfrentaría al problema de ser encasillado como villano de horror en gran parte por su acento extranjero. Aunque en un principio Lugosi disfrutó de trabajo constante en Universal, al abandonar el estudio su producción de cine de horror, Lugosi se vió obligado a trabajar en filmes de menor presupuesto, en el mundo de las películas de serie B. Trabajando para la Monogram Pictures de Sam Katzman durante los años 40s, Lugosi realizaría diversas cintas de una calidad más bien regular, reflejando el olvido en el que iba quedando su carrera. "The Ape Man", dirigida por William Beaudine y estrenada en 1943, es un ejemplo claro de ello, pues presenta a Lugosi debajo de un muy mal maquillaje de hombre mono. Aunque cabe destacar que a pesar de eso, el actor húngaro realiza un trabajo muy profesional.
"The Ape Man" (literalmente "El Hombre Mono", aunque conocida también como "El Hombre Bestia") comienza con la llegada de Agatha Brewster (Minerva Urecal) a la ciudad, tras recibir la noticia de la desaparición de su hermano, el famoso Doctor James Brewster (Bela Lugosi). El reportero Jeff Carter (Wallace Ford) trata de entrevistarla pero por las prisas de Agatha, todo sale mal e incluso la fotografía es un desastre. Sin embargo, Agatha Brewster tiene prisa por un motivo: el Dr. Randall (Henry Hall), colega de su hermano, le informa que James no ha desaparecido, sino que tras un trágico accidente de laboratorio, ha sido convertido en un hombre mono. Mientras tanto, Jeff Carter recibe la orden de realizar una mejor entrevista y muy a su pesar, se le asigna una nueva fotógrafa, Billie Mason (Louise Currie). El dúo intentará descubrir que aflige tanto a la Sra. Brewster, pero lo que encontrarán será al trastornado Brewster, desesperado por encontrar una cura para su condición, la cual cree encontrar en el fluido de médula espinal humana, y para ello necesitara voluntarios.
El guion de "The Ape Man" fue escrito por Barney A. Sarecky basandose en una historia de Karl Brown, quien fuera un famoso cinefotógrafo del cine mudo que posteriormente se volvería guionista en los años 30s, escribiendo entre otras, los thrillers "The Man they Could Not Hang" y "Before I Hang". Como en las cintas mencionadas (ambas por cierto, protagonizadas por Boris Karloff), el personaje principal es un científico que ha experimentado consigo mismo con terribles consecuencias. Víctima de su experimento, el Dr. James Brewster se ha vuelto un violento sociópata decidido únicamente interesado en su recuperación. Ciertamente, esto vuelve al Dr. Brewster un personaje bastante interesante, pero el guion de Sarecky opta por dejarlo de lado en favor de Carter y Mason, los clásicos reporteros ingeniosos del horror de los 30s y 40s. Pareciera que al tomar esta ruta "The Ape Man" se volviera una cinta típica, pero en realidad el guion de Sarecky genera una dinámica intereante entre los reporteros, con una Mason deseosa de ser tomada en cuenta y un Carter no muy convencido de tener a una mujer en su equipo.
La dirección corre a cargo del director veterano de la serie B, William Beaudine, quien ya para entonces tenía la reputación de ser un artesano eficiente y práctico. Sin embargo, este énfasis en la practicidad resultaba a menudo en un sacrificio de calidad en general, sin mencionar el de otros valores artísticos. Y desafortunadamente, "The Ape Man" es un ejemplo de esto, pues a pesar de que el guion no es del todo malo, Beaudine se limita simplemente a realizar su filme sin cuidarse mucho por generar una atmósfera o una emoción en particular. El estilo de Beaudine es bastante tradicionalista, y aunque probablemente fuera un estilo funcional en dramas menos fantásticos (de hecho, los momentos de comedia "screwball" entre los reporteros funcionan muy bien), "The Ape Man" se podría haber beneficiado de una dirección más creativa, más decidida a tomar riesgos. El resultado es que "The Ape Man" es finalmente mucho menos interesante de lo que podría haber sido, con un ritmo bastante lento sólo aligerado por las buenas actuaciones con las que cuenta.
Y es que algo de lo que puede presumir "The Ape Man" es que en general cuenta con actuaciones bastante buenas en comparación con otras cintas de serie B de su época. Comenzando con Bela Lugosi, quien a pesar del mal trabajo de maquillaje con el que debe lidiar, hace un trabajo bastante digno y profesional como el Dr. Brewster, convertido en un ser mitad hombre mitad mono. Hay un cierto cuidado en la forma en que Lugosi crea a su personaje, pues más que hacer meramente una caricatura de un simio, hace una interpretación contenida e incluso sutil. Wallace Ford, famoso por su participación en "Freaks" de Tod Browning, brilla con su singular carisma y talento para la comedia en su papel del ingenioso reportero Jeff Carter. Sin embargo, su personaje no sería mucho sin su contraparte, Billie Mason, interpretada con gran talento por Louise Currie, la verdadera sorpresa del filme. La veterana actriz Minerva Urecal no es tan afortunada, y su interpretación como Agatha, la hermana del desafortunado Dr. Brewster es más bien un tanto exagerada y sobreactuada.
El caso de "The Ape Man" es definitivamente uno de potencial desperdiciado, pues de entre las muchas cintas sobre simios asesinos (de gran popularidad en los años 30s y 40s), es ciertamente una de las mejor escritas. El guionista Barney A. Sarecky balancea muy bien la comedia y el horror, e incluso hay situaciones bastante ingeniosas y momentos muy interesantes a lo largo del guion. Sin embargo, la dirección de William Beaudine vuelve rutinaria una historia que podría haber resultado en una cinta sobresaliente. Como se mencionó anteriormente, la narrativa simple de Beaudine llega a funcionar en los momentos cómicos (que además se benefician de la buena química entre Ford y Currie), pero no en los momentos de horror, que se llegan a ver incluso teatrales en su ejecución. Aunado a esto, los pobres efectos especiales realmente afectan al filme, particularmente el maquillaje de Lugosi y el de Emil Van Horn (quien interpreta a un simio) son bastante pobres (aunque con una fotografía más cuidada, bien podrían haber funcionado, como ocurre en "Murders in the Rue Morgue" de 1932).
Sin duda el estilo de trabajar de William Beaudine era uno muy funcional para estudios necesitados de material para exhibir en poco tiempo (de hecho, precisamente por esa razón luego trabajaría en televisión), sin embargo, cintas como "The Ape Man" sin duda merecían un poco más de cuidado en su hechura. Hay muchos elementos muy buenos en "The Ape Man" (el elenco principalmente), pero se ven un tanto opacados por la poco inspirada dirección de Beaudine, que traduce sin mucha emoción lo que está en el guion a la pantalla. Finalmente, una cinta que podría haber sido muy entretenida, termina por parecer un poco sosa, lenta e incluso aburrida. No es una película mala per se, pero sí una muy mediocre, y deja la sensación de que la historia merecía algo mejor. Las actuaciones de Currie, Ford y Lugosi merecían algo mejor.
5/10
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