Ip Man (ó Yip Man), legendario maestro de Wing Chun, nació en una familia acomodada en Foshan, China en 1893. Habiendo entrenado desde que tenía 13 años, Ip Man desarrolló su técnica de Wing Chun a un gran nivel de perfección, pero aunque enseñaba su estilo a algunos amigos, no deseaba abrir una escuela de artes marciales. Esto cambió tras la Guerra Civil China, cuando por motivos políticos Ip Man tuvo que abandonar Foshan en 1949 y mudarse a Hong Kong. Viviendo en la pobreza, Ip Man abrió finalmente una escuela de Wing Chun en Hong Kong (entre sus estudiantes figuraría un joven Bruce Lee), que pronto hizo famosa su arte marcial al rededor del mundo. Este estatus como gran maestro de Wing Chun, así como la época histórica que le tocó vivir, han hecho de Ip Man casi una figura mítica (similar a Wong Fei-hung), y su vida ha servido de inspiración para numerosos filmes comenzando con "Yip Man" en el 2008. Ese mismo año, el director hongkonés Wong Kar-wai anunció su propia cinta sobre Ip Man, pero el proyecto no pudo ver la luz sino hasta el año 2013, cuando finalmente se estrenó "Yi dai zong shi", "El Gran Maestro".
La trama de "Yi dai zong shi" comienza a principios de la década de los 1930s, cuando Ip Man (Tony Leung) vive una vida tranquila en Foshan como respetado artista marcial al lado de su esposa Zhang Yongcheng (Song Hye-kyo). El gran maestro de la región norte, Gong Yutian (Wang Qingxiang), llega a Foshan anunciando su retiro y la unción de Ma San (Zhang Jin) como su heredero, así como la búsqueda de un heredero para la región sur: quien lo derrote, será su heredero. Los maestros del sur piden a Ip Man que los represente, y éste logra obtener el respeto de Gong Yutian, quien lo declara vencedor. La hija de Gong Yutian, Gong Er (Zhang Ziyi) decide retar a Ip Man pues no lo considera digno. Tras su duelo comenzará una profunda amistad entre ambos, que se verá interrumpida por el comienzo de la Segunda guerra sino-japonesa. Durante la guerra, Ip Man enfrenta la pobreza en Foshan, mientras que en la región norte, un vengativo Ma San asesina al maestro Gong Yutian. A medida que los tiempos cambian en China, toda una generación de maestros de las artes marciales intentará sobrevivir.
A pesar de que "Yi dai zong shi" comienza como una aparente biografía del maestro Ip Man, la traducción literal de su título, "La generación del maestro", es tal vez la mejor descripción de lo que realmente es: una meditación sobre toda una época en la historia de las artes marciales. Así, tomando como base a Ip Man, el guión de "Yi dai zong shi" (escrito por Zou Jingzhi, Xu Haofeng y el mismo Wong Kar-wai) se adentra en reflexiones más bien filosóficas sobre la Guerra Civil China, haciendo un paralelo con la expansión de la enseñanza de las artes marciales. El sueño del maestro Gong Yutian sobre una unificación entre el kung fu del norte y el del sur termina cuando las fuerzas políticas dividen al país en medio de guerras, eventos que forzarán a los personajes a tomar decisiones que luego lamentarán. Y este melancólico lamento de arrepentimiento, tema familiar en el cine de Wong, resuena a lo largo de una historia en la que el conocimiento es una herencia preciada, y la perpetuidad de dicho conocimiento en la memoria, una cuestión de vida o muerte.
Estilísticamente, la cinta es también un recorrido por los terrenos familiares de Wong: poética en los diálogos, una bellísima y cuidada fotografía (cortesía de Philippe Le Sourd) y una narrativa inconexa. Lamentablemente, este último aspecto se vuelve problemático pues en el intento de capturar el espíritu de toda una generación, Wong pareciera perder el hilo y deja huecos inexplicables y tramas sin desarrollar (el personaje de "Navaja" Yixiantian bien podría ser removido y no habría problema). Al carecer de estructura sólida, la cinta se siente incompleta. Pero "Yi dai zong shi" no es solamente una recolección de las obsesiones temáticas de Wong, es también una cinta de artes marciales, y en este aspecto brillan las excelentes coreografías de peleas creadas por el legendario Yuen Woo-ping. Estudiando realmente el origen de las artes marciales, Yuen logra representar con relativa fidelidad los diversos estilos empleados por los maestros, enfocándose no en una exageración fantástica, sino en la belleza inherente en la correcta ejecución de la técnica. Es sin duda uno de los mejores trabajos de Yuen Woo-ping.
Tony Leung, rostro familiar en el cine de Wong Kar-wai, logra realmente adentrarse en el papel de Ip Man, haciéndolo un hombre arrogante pero disciplinado. El Ip Man que Leung crea es un esteta de las artes marciales que se sabe afortunado, pero no por eso abusa de su posición. El trabajo de Leung crece a medida que su personaje envejece, y la arrogancia de la juventud da paso a la serenidad tras una vida de penurias. Sin embargo, aunque Leung hace una actuación efectiva, es Zhang Ziyi como Gong Er quien roba cámara en "Yi dai zong shi". Como una mujer obsesionada con la venganza, Zhang Ziyi brinda una de las mejores actuaciones de su carrera, creando un personaje de gran complejidad y belleza. Con gran elegancia y fuerte presencia escénica, Zhang Ziyi logra expresar más con una mirada que con el poético diálogo de la cinta. Finalmente, Chang Chen aparece como "Navaja" Yixiantian, personaje cuya trama es tristemente olvidada en la cinta. Lo interesante es que a pesar de aparecer poco, Chang Chen logra crear un personaje con mayor impacto que el Ip Man de Tony Leung.
Quizás el aspecto más sobresaliente de la cinta de Wong Kar-wai es la belleza del trabajo del fotógrafo francés Philippe Le Sourd, quien logra retratar la melancolía de la visión romántica de Wong Kar-wai respecto a la época en que se ubica la cinta, así como la belleza de las artes marciales retratadas. Complemento perfecto del coreógrafo Yuen Woo-ping, la fotografía de Le Sourd realza el estilo y la técnica con gran belleza estética. Muy apropiado para una historia con personajes que valoran la perfección técnica sobre todas las cosas. Sin embargo, es desafortunado que la belleza de la fotografía y la excelencia de las actuaciones se pierdan en una narrativa que por momentos pareciera perder la dirección hacia la que va. Las historias de Ip Man, Gong Er y "Navaja" Yixiantian son en extremo interesantes, pero la película pareciera enfocarse en Gong Er y olvidar por completo a las otras dos, que terminan apresuradamente. La sensación final es que por alguna razón, "Yi dai zong shi" no es un filme completo, a pesar de que hay tres cortes diferentes de la cinta.
A pesar de este gran problema en su narrativa, "Yi dai zong shi" es una cinta de gran belleza visual, e impecable técnica cinematográfica. Wong Kar-wai logra crear una cinta de artes marciales reflexiva y filosófica sin perder el espectáculo de la acción inherente al género. Sería injusto esperar una biografía de Ip Man cuando lo que pretende Wong Kar-wai es adentrarnos en la memoria de una época perdida: el final de la Guerra Civil China. Como bien estableció el maestro John Ford: "When the legend becomes fact, print the legend". Wong Kar-wai se adentra en los mitos modernos en que se han convertido los viejos maestros de las artes marciales, y encuentra un grupo de personajes fascinantes que luchan por seguir adelante en un mundo que los ha dejado atrás. Lamentablemente, "Yi dai zong shi" no logra convertirse en la gran obra que pudo haber sido.
7/10
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