Tras realizar la enormemente exitosa "Dracula" en 1931 (inaugurando la era dorada de los monstruos de Universal Studio), el director Tod Browning se encontró en la envidiable posición de realizar cualquier proyecto que deseara, incluso el legendario productor Irving Thalberg le ofreció dirigir una nueva versión de "Arsène Lupin" pero Browning se negó (que eventualmente dirigiría Jack Conway). Lo que Browning deseaba era realizar un filme que había estado desarrollando al menos desde 1927, un riesgoso proyecto personal basado en una historia de Tod Robbins (quien había escrito un clásico silente de Browning, "The Unholy Three") que su amigo Harry Earles le había presentado: "Spurs". Así, después de terminar el drama deportivo "Iron Man" para Universal, Browning se metió de lleno a realizar "Spurs", ahora bajo el título de "Freaks". La cinta resultante se convertiría en una de las películas más controvertidas de su época e injustamente dio a Browning el fracaso más grande de su carrera, demostrando que la audiencia de su tiempo no estaba lista para responder la pregunta del tag-line: "¿Puede una mujer amar a un enano?".
"Freaks" es la historia de Hans (el mismo Harry Earles), un artista enano de circo quien esta perdidamente enamorado con la bellísima trapecista Cleopatra (Olga Baclanova). La joven inicialmente coquetea con Hans a manera de juego, sin prestarle gran atención. Sin embargo, esto cambia cuando Cleopatra se da cuenta que Hans tiene una fortuna secreta que ha heredado. Junto a su amante Hercules el Hombre Fuerte (Henry Victor), Cleopatra urde un plan para obtener la fortuna del ingenuo Hans. Cleopatra decide seducir a Hans y casarse con él, lo que logra con gran facilidad, siendo aceptada por la comunidad que labora en el circo como "fenómenos", a pesar de que Cleopatra no oculta su desprecio por ellos. Días después de la boda, Hans cae enfermo en condiciones misteriosas, y a pesar de que Cleopatra lo cuida su salud decae rápidamente. Lo que los "fenómenos" no saben es que todo es parte del plan de Cleopatra para envenenar a Hans y heredar su dinero. Frieda (Daisy Earles), la ex-novia de Hans, sospecha que algo extraño ocurre con Hans, y dependerá de los "fenómenos" el descubrir la verdad.
En esencia, la trama es bastante sencilla, pero dado el mundo en el que se desarrolla es en realidad bastante revolucionaria para su época. El mismo Tod Robbins adapta su historia corta "Spurs" para dar forma al guión de "Freaks", y aunque el concepto es el mismo, la película tiene la marcada diferencia de hacer más humano al personaje de Hans. Si bien "Spurs" tenía el mismo triángulo amoroso entre artistas de circo, Hans (Jacques en la historia) es un hombre solitario, paranoico e incluso cruel; mientras que en "Freaks" es un ingenuo romántico apreciado por sus compañeros de circo. De hecho, ahí radica la segunda diferencia: en "Spurs" es Jacques quien toma venganza personalmente, mientras que en "Freaks" son los amigos de Hans quienes se lanzan al rescate de su enfermo compañero. Diferencias en apariencia mínimas, pero que hacen de "Freaks" una cinta más humana y que refleja el giro que Browning deseaba dar a su historia de horror: los verdaderos monstruos no son los seres deformes, sino quienes en apariencia son los más bellos de todos.
La principal característica del filme es sin duda el uso de verdaderos artistas de circo que básicamente se interpretan a si mismos, en vez de emplear actores con maquillaje. La imagen de verdaderos "fenómenos" en pantalla resultó demasiado chocante para la audiencia de su época y pronto el filme fue calificado de "explotador" y "perturbador", conceptos en realidad lejanos a las intenciones de Browning, quien en realidad retrata a estos artistas con gran humanidad, brindándoles el profundo respeto que merecen. Esto no debería ser una sorpresa, ya que el mismo Browning (así como Harry Earles) fue en su juventud un artista de circo también. De hecho, su gran conocimiento personal de la materia (sin mencionar su elenco) aumenta en gran medida el realismo del filme, alejándolo de aquel estilo teatral y diseño expresionista de los clásicos de horror hechos por Browning en el pasado. En "Freaks", Browning se muestra finalmente libre del viejo estilo de cine silente que prevaleció en "Dracula", y presenta una cinta con un ritmo ágil y una puesta en cámara mucho más interesante.
Las actuaciones en la película son bastante buenas, considerando que más de la mitad del elenco no tenía realmente experiencia frente a las cámaras. Harry Earles es excelente como Hans, aunque su fuerte acento alemán (que no había presentado problema en el cine mudo) hace difícil que se entiendan sus palabras en ocasiones. Daisy Earles es menos afortunada en su actuación, aunque muy posiblemente esto se deba a que debía interpretar a la novia de su hermano en la vida real. Olga Baclalova es brillante como la femme fatal Cleopatra, haciendo una antagonista memorable de su ambicioso personaje. No se puede decir lo mismo de Henry Victor, quien como Hércules es bastante malo, e incluso el trabajo de los no-actores en el filme es superior al suyo. Wallace Ford y Leila Hyams aparecen como Phroso y Venus, los únicos artistas "normales" del circo que aprecian a sus compañeros "fenómenos". Ambos actores hacen un buen trabajo, pero el comediante Ford destaca en un papel que muy probablemente estaba inspirado en las experiencias del mismo Tod Browning.
Como se mencionó anteriormente, las actuaciones de los artistas de circo no desmerecen en calidad, y aunque es claro que carecen de entrenamiento formal para actuar en cine, su carisma y talento brilla a pesar de sus limitaciones. Particularmente destacan las hermanas Hilton (que posteriormente se interpretarían a sí mismas en una biopic) y el joven Johnny Eck, quienes sacan el mayor provecho de sus apariciones en pantalla. Lamentablemente, las fuertes reacciones que provocó el filme en un pre-estreno provocó que el productor Irving Thalberg ordenara que se cortaran casi 30 minutos de la duración original, dejando solo la trama principal y las secuencias menos impactantes. A pesar de esta severa mutilación, el mensaje de Browning permanece intacto y aunque probablemente peque de sermoneador, sigue siendo válido aún en estos tiempos. Otra consecuencia del corte es que aunque la historia en general fluye de una forma muy dinámica, en ocasiones pareciera desarrollarse en forma muy apresurada. "Freaks" queda entonces como una obra maestra tristemente mutilada.
"Freaks" no es solo una clásica historia de amor prohibido y traición, es también el testamento del talento de un artista incomprendido, cuya carrera fue injustamente afectada por la fría recepción que tuvo esta cinta en su estreno. Después de "Freaks", Browning tuvo gran dificultad para encontrar apoyo para sus proyectos y debió conformarse con filmar lo que el estudio le ofreciera (y aún así lograría una buena película más, "The Devil-Doll" de 1936). Sin embargo, el tiempo ha revalorizado a "Freaks" como el clásico que en realidad es, no sólo por lo humano de su mensaje, sino como una cinta avanzada para su época que, a pesar de estar incompleta (los 30 minutos cortados se consideran perdidos), realmente muestra el talento de Browning como cineasta.
9/10
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